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El 25% de los transportistas de Pakistán mantienen relaciones sexuales con menores

La explotación sexual infantil es una práctica muy extendida en el sector del transporte en Pakistán, según un estudio presentado en Islamabad que reveló que casi el 25 por ciento de los conductores admiten mantener relaciones con menores regularmente.

"La explotación comercial sexual de menores en la industria del transporte en Pakistán está sucediendo a gran escala de manera institucionalizada", denunció en rueda de prensa el presidente del Comité de Derechos de los Niños, Muhammad Tufail.

El comité, que reúne a varias ONG paquistaníes, ha elaborado el estudio en colaboración con Save the Children. Según el informe, en torno al 11 por ciento de los conductores encuestados reconoció mantener relaciones sexuales con sus ayudantes, cuya edad media es de unos 16 años, mientras que otro 14 por ciento dijo llevar a cabo estas actividades con otros menores.

Además, un 44 por ciento de los empleados del sector aseguró que otros colegas tienen sexo con infantes, porcentaje algo superior al de los entrevistados que contestaron que sus compañeros acuden regularmente a los servicios de mujeres prostitutas.

En su mayoría, las prácticas sexuales con menores tienen lugar en los vehículos de los transportistas, y durante ellas no se utilizan métodos para prevenir la transmisión de enfermedades venéreas.

"El uso de menores para satisfacer necesidades sexuales responde a menudo a una cuestión de disponibilidad. Es más fácil y barato tener sexo con los ayudantes o con otros menores que con las mujeres", expuso Tufail.

La fuente subrayó que "la principal preocupación" es que estas prácticas "están aceptadas por sus actores como una dinámica normal de la profesión".

"Hay un enorme problema de educación. Ni los ayudantes se consideran víctimas ni los conductores infractores", argumentó Tufail, quien agregó que apenas se registran denuncias porque las autoridades no persiguen estas acciones tipificadas como delito y en ocasiones hacen la vista gorda tras recibir dinero.

El estudio desveló un alto consumo de drogas, especialmente hachís, entre los conductores, quienes en su mayoría son hombres casados y con poca educación de las etnias pastún y punyabí, están descontentos con su empleo y salario y pasan una media de 21 días al mes fuera de casa.

Según el informe, el salario medio de los ayudantes se sitúa entre las 2.000 y 5.000 rupias mensuales (de 23 a 58 dólares), cantidad a la que se añaden ingresos adicionales por servicios sexuales o la realización de masajes, unas actividades que a "chicos con buena apariencia" les pueden reportar hasta 115 dólares extras en un mes.

La investigación fue llevada a cabo por grupos de trabajo que entrevistaron a medio millar de conductores, ayudantes y empleados de restaurantes y establecimientos hoteleros en diferentes centros de transporte de seis de grandes ciudades paquistaníes como Rawalpindi, Lahore (este) o Karachi (sur)

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