L D (EFE) La Sección Tercera de la Audiencia de Barcelona ha juzgado este lunes al acusado, Antonio E.G., de Cerdanyola del Vallés, quien también está acusado de abusar sexualmente, durante al menos 6 años, de dos de sus hijas. "Me he criado a la antigua, con la dictadura franquista", ha declarado el procesado en un intento de justificar su agresividad y severidad como padre, quien considera normal los castigos físicos si los hijos no se portan bien, según ha dicho.
El acusado ha reconocido en la vista haber maltratado en alguna ocasión a su esposa, con la que solía discutir por problemas económicos, y a los hijos porque no se comportaban como él esperaba. Sin embargo, ha negado por completo haber abusado sexualmente de sus dos hijas, quienes en la vista han relatado estos abusos. El acusado dice que se acostaba algunas veces con sus hijas para cantarles una "nana flamenca".
El fiscal señala en su escrito de acusación que, desde el mismo día en que se casó en 1972 con M.S.C., el acusado maltrató física y psicológicamente a su mujer, "agrediéndola reiteradamente" y amenazándola con tijeras, cuchillos y destornilladores con el único fin de "anular su autoestima". La acusación cita como ejemplo un episodio acaecido el 28 de febrero de 1999, día en que la mujer se encontraba en el cuarto de baño de la vivienda conyugal y él le dijo "eres una perra, lo que tienes que hacer es ir a trabajar".
La fiscalía dice que el hombre trasladó los malos tratos físicos y psicológicos a los cuatro hijos, aprovechando su ascendencia y el miedo que les infundía. Los hechos más graves que se le imputan ocurrieron presuntamente entre 1985 y 1991, cuando aprovechando su autoridad paterna y el miedo que le tenía toda la familia, agredió sexualmente a dos de sus hijas, una de 9 años y la otra de 7.
El acusado ha reconocido en la vista haber maltratado en alguna ocasión a su esposa, con la que solía discutir por problemas económicos, y a los hijos porque no se comportaban como él esperaba. Sin embargo, ha negado por completo haber abusado sexualmente de sus dos hijas, quienes en la vista han relatado estos abusos. El acusado dice que se acostaba algunas veces con sus hijas para cantarles una "nana flamenca".
El fiscal señala en su escrito de acusación que, desde el mismo día en que se casó en 1972 con M.S.C., el acusado maltrató física y psicológicamente a su mujer, "agrediéndola reiteradamente" y amenazándola con tijeras, cuchillos y destornilladores con el único fin de "anular su autoestima". La acusación cita como ejemplo un episodio acaecido el 28 de febrero de 1999, día en que la mujer se encontraba en el cuarto de baño de la vivienda conyugal y él le dijo "eres una perra, lo que tienes que hacer es ir a trabajar".
La fiscalía dice que el hombre trasladó los malos tratos físicos y psicológicos a los cuatro hijos, aprovechando su ascendencia y el miedo que les infundía. Los hechos más graves que se le imputan ocurrieron presuntamente entre 1985 y 1991, cuando aprovechando su autoridad paterna y el miedo que le tenía toda la familia, agredió sexualmente a dos de sus hijas, una de 9 años y la otra de 7.