Dos personas mueren en una reyerta registrada frente a una discoteca de Madrid

L D (EFE) El ex teniente Florencio Dimas Salina, de 76 años, que recibió un disparo mortal en la femoral izquierda por parte del policía, había ocasionado la muerte unos minutos antes a Rodolfo Charabe Gallego, de 27 años, al parecer vigilante de la discoteca, quien recibió dos tiros de revolver.

 

Los hechos comenzaron a las 01:55 horas en el interior de la discoteca Versión Original, situada en la confluencia de las calles Sánchez Pacheco y Fernández Oviedo, donde según fuentes de la Policía, "algo debió pasar", pues el hijo del ex teniente abandonó la misma y regresó poco después en compañía de su padre, quien comenzó a disparar con un revólver a la puerta del local.

 

Poco después, llegó un vehículo camuflado de la comisaría de Policía de Chamartín cuya dotación dio el alto al agresor, quien, pese a ello, continuó disparando. Uno de los policías efectuó un tiro al aire, agregó el portavoz de la Policía, y más tarde hizo un nuevo disparo que alcanzó a la víctima en la femoral y le causó la muerte. Cuando llegó el Samur, los dos heridos se encontraban aún con vida en parada cardiorrespiratoria y se les intentó reanimar durante 35 minutos con resultado infructuoso, según un portavoz de Emergencias Madrid.

 

El ex teniente, jubilado de los servicios médicos de la Policía Nacional, presentaba tres heridas por arma de fuego, con cinco orificios, que corresponden a dos heridas con entrada y salida y una tercera con entrada pero sin salida, en la femoral izquierda, el brazo a la altura del codo y el costado derecho. Rodolfo Charrabe Gallego tenía dos heridas por arma de fuego, una en la fosa renal y otra en el hemotorax anterior derecho. Una chica vecina de zona dijo que el joven muerto trabajaba como portero de la discoteca "Versión Original", a cuya puerta donde ocurrieron los hechos.

 

Los cadáveres de las dos víctimas estuvieron más de dos horas tendidos casi uno frente a otro en la calzada del pequeño callejón donde cayeron abatidos y fueron levantados por orden judicial pasadas las cuatro y media de la madrugada, en que se les trasladó al Instituto Anatómico Forense para practicarles las autopsias.