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PERSECUCIÓN DE PELÍCULA EN CIUDAD LINEAL

Dos jóvenes evitan un atraco en Madrid y consiguen retener al ladrón

Cinco minutos fueron suficientes para escenificar un robo y una persecución de película. Al principio pensó que se trataba de una "broma" pero, en ese tiempo, Harold, de 16 años, vivió junto a un amigo un atraco en la tienda de comestibles de su padre en el distrito madrileño de Ciudad Lineal.

Tras salir del local, persiguió al ladrón que llevaba una pistola de plástico por las calles aledañas a Alcalá y logró retenerle.

En declaraciones a Europa Press, el joven relató que estaba limpiando el lavabo del comercio cuando un "encapuchado" con una "chaqueta negra" entró al local y apuntó "con una pistola" a su amigo para pedirle "todo el dinero" de la caja registradora. Al oír el ruido que Harold hizo al salir del baño, el ladrón, "de unos veinte años y drogado", fue hacia él, momento en el que su amigo aprovechó para salir de la tienda.

Fue entonces cuando el atracador alzó la voz y le pidió de nuevo que le abriera "la puta caja". De repente, una clienta quiso entrar al local y el atracador intentó tomarla como "rehén", aunque consiguió huir con Harold, dejando al asaltante "encerrado en la tienda" cerrando por el exterior la puerta. "Ahí comenzó a tirar latas y la silla hacia la puerta para romper el vidrio", contó.

Una patrulla policial que estaba por la zona se acercó al número seis de la calle de Boldano para ver qué ocurría al observar el revuelo organizado. Cuando llegaron los agentes y vieron que el ladrón tenía una pistola apartaron a Harold y a Juan de la puerta del comercio y el atracador consiguió salir corriendo.

En este momento comenzó la persecución por la calle Boldano, a pesar de que el ladrón le dijo que le dejaran porque "sólo" había conseguido llevarse 20 euros, continuó por la calle Germán Pérez Carrasco y, finalmente, consiguieron "neutralizarle" en la calle Florencio García. "En el forcejeo a mí y a mi amigo nos dio un culatazo. Para cinco minutos que me tengo que quedar aquí...", bromeó.

Harold, un chico "muy tranquilo" aunque, según afirmó, se "transforma" cuando lo "llevan al límite", tiene claro que no denunciará al ladrón porque no quiere que pase "cuatro años de cárcel por veinte euros". "No sería justo", reconoció.

Su padre, Arturo, que montó la tienda hace cinco meses y lleva más de 15 años viviendo en España, indicó que lo que más le preocupó era el estado de salud de su hijo al enterarse de lo ocurrido y, al saber que se encontraba bien, se tranquilizó y fue a la tienda rápidamente para verlo. Además, añadió que instalará cámaras de vigilancia para reforzar la seguridad en el establecimiento.

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