Dimite la directora del Museo Reina Sofía, Ana Martínez de Aguilar

 

Ya a principios de año, los rumores sobre el posible cese de la directora del Museo Reina Sofía, que fue nombrada en junio de 2004, eran continuos y se acrecentaron con la llegada de Molina al Ministerio. Sin embargo, ella misma, explicó el pasado mes de febrero en declaraciones a Europa Press, que cualquier habladuría sobre su sustitución al frente del centro de arte era una "especulación", subrayando que notaba "el apoyo" que desde el Ministerio de Cultura, con Carmen Calvo al frente del mismo, se le estaba dando.

 

No obstante, precisó que era "consciente" de que su cargo es público y de "libre designación", por lo que se puso "a disposición" del Ministerio y dijo aceptar la decisión de que el Patronato designase otro candidato, si así se decidía.

 

Los rumores sobre un posible cambio en la dirección del Museo Reina Sofía surgieron a raíz del Documento de Buenas Prácticas de los Museos, que considera necesario que la elección de los directores de los centros públicos se realice por concurso.

 

 

Asimismo, respecto a los comentarios sobre su mala gestión al frente del Reina Sofía dijo entonces que sólo la compartían "algunos" y añadió, que después de mantener relaciones directas con los "importantes" directores de museos de todo el mundo, su sensación es que "el Reina Sofía está más valorado fuera que dentro".

 

"Veo que en Alemania, Inglaterra, Estados Unidos o Sudamérica se tiene una gran valoración de este Museo", argumentó Martínez de Aguilar para quien el Reina Sofía se puede equiparar con los mejores museos del mundo. "En general, nos trasmiten que se ha mejorado la calidad de las exposiciones, el montaje de las mismas e incluso la señalización, pero esto no quiere decir que el Museo esté al cien por cien y que no tenga problemas", reconoció la directora, quien alegó que esta instutición pública pasaba por un momento de "transición" tras las obras de ampliación y los proyectos que se incluyen en el Plan Museológico del Museo.

 

Dentro de los esfuerzos conseguidos por el Museo, Ana Martínez de Aguilar resaltó las adquisiciones realizadas durante el 2005 y 2006 "para reforzar los puntos fuertes, contextualizar las obras, cubrir huecos o apostar por nuevas experiencias".

 

Entre las obras adquiridas en pintura destacan El retrato de Dora Maar, de Pablo Picasso, el 'Marrón con huellas de dedos laterales' de Tápies o el Dream III de Pablo Palazuelo. En escultura, el Museo ha adquirido, en estos dos últimos años, piezas de Chillida, Pablo Gargallo, Antonio López, Richard Deacon o Blanca Muñoz. También esta institución ha comprado un dibujo de Salvador Dalí y dos de Giorgio Morandi y material fotográfico, vídeo y video instalaciones de artistas nacionales e internacionales.

 

 

La dimisión de Martínez de Aguilar amplía los cambios que el ministro de Cultura está llevando a cabo en su departamento desde el pasado mes de julio y que han afectado a los responsables de Instituto de las Artes Escénicas y de la Música, la dirección general de Bellas Artes, la subsecretaria del ministerio y la Biblioteca Nacional.

Tras ser nombrado ministro el pasado 6 de julio, Molina designó a Juan Carlos Marset director general del INAEM, y a José Jiménez director general de Bellas Artes y Bienes Culturales, en sustitución de Julián Martínez.

Ese mismo mes el ministro designó a María Dolores Carrión como subsecretaria de Cultura, cargo que había desempeñado hasta entonces Antonio Hidalgo.

Tras el fallecimiento, el pasado 17 de julio, del abogado Rodrigo Uría, presidente del Real Patronato del Museo del Prado, Molina propuso como sustituto al empresario Plácido Arango, quien fue elegido por unanimidad para el cargo por ese órgano el 26 de julio.