LD (Europa Press) La policía en colaboración con grupos de investigación y localización de fugitivos de Alicante ha detenido en las proximidades de Denia a "El Franky", buscado desde hace 14 años por su implicación en las operaciones "Temple" y "Nécora", unas de las más importantes contra el tráfico de drogas realizadas en España. Sobre el arrestado pesaban además dos órdenes de detención e ingreso en prisión por presuntos delitos contra la salud pública. También tenía en vigor una prohibición de salida dictada por la Audiencia Nacional por el mismo motivo.
Francisco Javier M. S. M. formaba parte de la organización desarticulada con la operación "Nécora", en la que se intervinieron 1.700 kilogramos de cocaína. Fue condenado por estos hechos a 17 años de prisión que aún no ha cumplido.
El fugitivo está también reclamado por la Audiencia Nacional por su presunta participación en otra operación en la que fueron localizados 5.000 kilogramos de cocaína en la localidad de Tapia de Casariego (Asturias). En este caso fueron condenadas por la Audiencia nacional nueve personas, pero el ahora detenido no ha podido ser juzgado por encontrarse en rebeldía.
En la operación "Temple", considerada como la mayor incautación de cocaína realizada en España y posiblemente de Europa, fueron intervenidas un total de 13 toneladas: 7.500 kilogramos a bordo del buque "Tamsaare" y otros 5.500 kilogramos en una vivienda de Puebla de Caramiñal (La Coruña). En esta ocasión, el fugitivo lideraba presuntamente una organización de transporte de cocaína, cuya función era recoger la droga en el buque y llevarla hasta las costas gallegas. La Audiencia Nacional procesó entonces a 38 personas.
Se había operado para cambiar sus huellas dactilares
En el momento de su detención, en las proximidades de su domicilio, presentó a los agentes documentación falsa y se negó en un principio a que se le tomaran las huellas dactilares. Una vez que accedió se pudo comprobar que no coincidían con las que existían en los archivos policiales de anteriores detenciones de los años 90, ya que se había sometido a una operación para cambiar las huellas dactilares de algunos dedos y así evitar su identificación.