L D (EFE) Los hechos ocurrieron el miércoles a la 1.50 horas en una vivienda situada en el Camino de los Magros de la localidad alicantina, cuando dos agentes se personaron en una vivienda al escuchar gritos desde el interior. Tras llamar al timbre en reiteradas ocasiones, el detenido se asomó a la ventana e instó a los agentes a que se marcharan, aunque posteriormente decidió bajar a la calle al comprobar que éstos no se iban.
El presunto agresor se mostró "muy agresivo" e, incluso, llegó a propinar un fuerte empujón a uno de los policías, relataron las mismas fuentes. Poco después apareció su esposa y manifestó que momentos antes le había pegado y la había tirado por las escaleras, motivo por el que el hombre fue finalmente arrestado.
El presunto agresor se mostró "muy agresivo" e, incluso, llegó a propinar un fuerte empujón a uno de los policías, relataron las mismas fuentes. Poco después apareció su esposa y manifestó que momentos antes le había pegado y la había tirado por las escaleras, motivo por el que el hombre fue finalmente arrestado.