L D (EFE) El suceso se produjo hacia las 07.00 horas y, una hora después, la hermana del detenido llamó a la Guardia Civil para comunicar que su hermano le había dicho que había asesinado a su compañera. La víctima presenta varias puñaladas y está a la espera de realizar la autopsia, según indicaron fuentes de la Guardia Civil, las cuales añadieron que se desconocen los motivos que dieron lugar a su muerte.
La mujer trabajaba como camarera en Puerto de la Cruz, mientras que el detenido, cuya identidad no ha sido facilitada, está soltero y vivía con su madre. Según algunos vecinos, el detenido ingirió productos fitosanitarios tras los hechos.
La mujer había acudido a las oficina de asistencia social de Santa Úrsula en noviembre del año pasado para pedir apoyo psicológico, pero no acudió a las citas programadas, y, según las fuentes, el 28 de febrero llamó al Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad 112 para decir que el ahora detenido le enviaba mensajes al teléfono móvil. Desde el 112 se dijo a la mujer que pidiese una orden de alejamiento, pero, al parecer, no le dio mucha importancia a los mensajes que recibía.
José Hernández, presidente de la comunidad de vecinos en la que vivía la fallecida, dijo que la mujer vivía en ese inmueble desde hacía unos meses, y comentó que no tenía noticias de desavenencias. Según José Hernández, la detención se produjo en la entrada del edificio en el que se produjo la muerte y no hubo un intento de huida.
El caso lo lleva el juzgado número dos de primera instancia e instrucción de La Orotava, indicaron fuentes judiciales, que no tienen datos sobre el detenido.
La mujer había acudido a las oficina de asistencia social de Santa Úrsula en noviembre del año pasado para pedir apoyo psicológico, pero no acudió a las citas programadas, y, según las fuentes, el 28 de febrero llamó al Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad 112 para decir que el ahora detenido le enviaba mensajes al teléfono móvil. Desde el 112 se dijo a la mujer que pidiese una orden de alejamiento, pero, al parecer, no le dio mucha importancia a los mensajes que recibía.
José Hernández, presidente de la comunidad de vecinos en la que vivía la fallecida, dijo que la mujer vivía en ese inmueble desde hacía unos meses, y comentó que no tenía noticias de desavenencias. Según José Hernández, la detención se produjo en la entrada del edificio en el que se produjo la muerte y no hubo un intento de huida.
El caso lo lleva el juzgado número dos de primera instancia e instrucción de La Orotava, indicaron fuentes judiciales, que no tienen datos sobre el detenido.