L D (Europa Press) Los investigadores han podido ahora relacionar su ADN con las pruebas de al menos dos asesinatos utilizando las más modernas técnicas de identificación.
El detenido, John Floyd Thomas, podría haber comenzado su largo historial criminal en 1955, hasta convertirse en uno de los mayores asesinos en serie de la historia del país norteamericano, según explicó el jefe de la Policía de Los Angeles, William Bratton. "Todavía tenemos que llegar a las profundidades de lo que ha hecho", explicó, en declaraciones recogidas por la cadena CNN.
A la espera de avances en las investigaciones y sólo con los primeros datos recabados desde su arresto el pasado 2 de abril, Thomas es sospechoso de haber asesinado a 30 mujeres y violado a muchas más. De momento, la Fiscalía ya le imputa dos muertes, en 1972 y 1976, si bien previsiblemente se añadirán nuevos cargos hasta que se celebre la vista el día 20 de este mes.
El detenido se enfrenta, en caso de llegar a juicio, por cargos graves que podrían terminar generando una condena de cadena perpetua. Thomas no puede ser condenado a la pena de muerte porque en el momento en que presuntamente cometió los crímenes no existía esta posibilidad en el Código Penal.
Crímenes sin resolver
Las nuevas tecnologías han permitido localizar a Thomas, ya que en la fecha en que supuestamente cometió los crímenes las autoridades no contaban con las técnicas de identificación actuales, especialmente importantes en delitos como la violación o el asesinato.
Precisamente ha sido una unidad policial dedicada únicamente a crímenes sin resolver la que ha terminado con la detención de Thomas. Ahora, gracias al uso de bases de datos y diversos programas la Policía de los Angeles ha podido cruzar los datos e imputar al sospechoso.