LD (EFE) Ramírez, prófugo de la Justicia colombiana y reclamado en extradición por Estados Unidos fue detenido en una urbanización de lujo de Aldeia da Serra, uno de los municipios del área metropolitana de Sao Paulo, según confirmaron fuentes de la Policía Federal.
"Se trata del narcotraficante más buscado en todo el mundo por la Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA), que ofrecía cinco millones de dólares por informaciones sobre su paradero", afirmó el portavoz de la Policía Federal en esta ciudad brasileña.
Asimismo, la fortuna del narcotraficante se estima en cerca de 90 millones de dólares en efectivo que la Policía colombiana ha ido descubriendo en los últimos meses en cinco escondites distintos ubicados en varios barrios de la ciudad de Cali.
Las autoridades estadounidenses aseguran que Ramírez Abadía comenzó su trayectoria en el tráfico de narcóticos en el cartel de Cali y en 1996, se entregó a la Policía colombiana.
De acuerdo con la DEA, tras purgar una condena por narcotráfico, el colombiano salió de prisión en 2002 y reanudó sus actividades delictivas ahora aliado al cartel del Norte del Valle, tenido actualmente como el más poderoso de Colombia.
Según la Policía Federal brasileña, Ramírez, de 44 años y contra quien ya hay una orden de arresto en Brasil, fue detenido en la llamada "Operación Farrapos", destinada a desarticular una organización internacional de narcotraficantes que utilizaba a Brasil como puente.
La operación prevé el arresto de 16 personas y allanamientos en 28 diferentes locales en los estados de Sao Paulo, Río de Janeiro, Minas Gerais, Paraná, Santa Catarina y Río Grande do Sul. La Policía Federal, sin embargo, aún no había hecho un balance sobre cuántas personas habían sido capturadas en el curso del operativo.
"Chupeta", según la prensa colombiana, estaba entre la veintena de narcotraficantes que heredaron los negocios de los hermanos Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela, que hace años lideraron el Cartel de Cali.
De acuerdo con el diario colombiano "El Espectador", Ramírez Abadía asumió la jefatura del negocio tras ganarse la confianza del capo del entonces cartel del Norte del Valle, Iván Urdinola Grajales, cuando trabajó para él como montador de caballos.
En 1996, cuando se entregó a la Justicia, las autoridades colombianas lo acusaban de haber enviado hasta entonces 20 toneladas de cocaína a Estados Unidos.
La primera orden de detención en su contra emitida por la Justicia colombiana fue dictada el 20 de enero de 1996 por enriquecimiento ilícito, asociación para delinquir y actuar como testaferro.