L D (Europa Press) El método que usaban estas redes consistía en la venta de productos informáticos en el mercado español, que se habían adquirido a proveedores de la Unión Europea. Los destinatarios de las ventas pagaban el IVA a la empresa pero ésta no lo ingresaba en la Hacienda Pública. Para evitar los controles de la Agencia Tributaria, constituían sociedades nuevas cada año con los mismos elementos fraudulentos y empleaban almacenes nuevos para la recaudación de las mercancía. Con eso, se estima que cada trimestre habían dejado de ingresar a la Hacienda Pública 2 millones de euros.
La primera operación empezó a principios del 2003, cuando se detuvieron cuatro personas en Sant Boi de Llobregat (Barcelona) y esto llevó a la pista de la segunda trama que se desarticuló hace unas semanas en el Papiol. Además de ocho detenidos en Barcelona que supuestamente pertenecían a la sociedad fraudulenta, también se detuvo a una persona en Valencia que era el principal proveedor de la empresa incautada y dos detenidos en Zaragoza que eran los clientes más importantes.
El delegado especial de la Agencia Tributaria, Juan Cano, destacó este viernes, en rueda de prensa, la relevancia de las operaciones porque "se han descubierto fraudes multimillonarios", que implican a mucha gente y que se trata de tramas "auténticamente organizados". Además dañaban mucho la Hacienda Pública, aseguró.