L D (EFE) La dialéctica oficial del Gobierno chino ha dado un giro de 180 grados con respecto a la información sobre la neumonía asiática y ya reconoce que la epidemia puede provocar mucos más estragos porque “el sistema sanitario preventivo todavía es muy débil”. “Ha habido un gran incremento en el número de infectados en Pekín”, dijo en una rueda de prensa extraordinaria el secretario de Estado de Sanidad, Gao Qiangan, tras conocer que el número de muertos en la capital ha pasado de cuatro a dieciocho. Gao, que habló preocupante ante cientos de reporteros, muchos de los cuales utilizaban mascarillas, se negó a afirmar que “Pekín era un lugar seguro”, lo que hasta ahora reiteraba en todos los partes oficiales el Ejecutivo.
”La enfermedad es altamente contagiosa. Se ha disparado el número de infectados en la capital. Todavía desconocemos las cifras exactas de enfermos, ya que se han ocultado datos. Pronto daremos nuevas cifras de números de víctimas en la capital y en el resto de China”, explicó Gao, al tiempo que reconoció que hay 339 contagiados en Pekín y otras 402 personas sospechosas de haber contraído el Síndrome Respiratorio Agudo y Grave (SARS), lo que supone un balance diametralmente opuesto al reconocido este sábado por las autoridades que sólo admitían 37 contagiados en la capital.
El secretario de Estado siguió pulverizando las cifras ofrecidas hasta ahora por el Gobierno comunista y reveló se han registrado en China 79 víctimas mortales del SARS (se habían reconocido sólo 65) y 1.807 infectados (frente a los 1.482 anunciados este sábado). También dio la última cifra de víctimas del virus registradas en Hong Kong, con 81 muertos (antes 65) y 1.358 infectados (antes 1.297).
Con estas estadísticas, las primeras que parecen fiables desde que se detectara la epidemia en Cantón (sur de China) el pasado mes de noviembre, el número de muertos en el mundo pasa de 166 a 198, y el de infectados de 1.482 a 1.807.
Ante la alarma desatada, el Gobierno chino ha decidido suspender las vacaciones de una semana que iban a comenzar el primero de mayo, Día del Trabajo, tradición que se mantenía en China desde hacía décadas. “Con esa medida vamos a evitar desplazamientos masivos de la población y, por consiguiente, la fluctuación del virus. Sabemos que supondrá un duro golpe al turismo, pero hay que hacerlo”, recalcó Gao.
”La enfermedad es altamente contagiosa. Se ha disparado el número de infectados en la capital. Todavía desconocemos las cifras exactas de enfermos, ya que se han ocultado datos. Pronto daremos nuevas cifras de números de víctimas en la capital y en el resto de China”, explicó Gao, al tiempo que reconoció que hay 339 contagiados en Pekín y otras 402 personas sospechosas de haber contraído el Síndrome Respiratorio Agudo y Grave (SARS), lo que supone un balance diametralmente opuesto al reconocido este sábado por las autoridades que sólo admitían 37 contagiados en la capital.
El secretario de Estado siguió pulverizando las cifras ofrecidas hasta ahora por el Gobierno comunista y reveló se han registrado en China 79 víctimas mortales del SARS (se habían reconocido sólo 65) y 1.807 infectados (frente a los 1.482 anunciados este sábado). También dio la última cifra de víctimas del virus registradas en Hong Kong, con 81 muertos (antes 65) y 1.358 infectados (antes 1.297).
Con estas estadísticas, las primeras que parecen fiables desde que se detectara la epidemia en Cantón (sur de China) el pasado mes de noviembre, el número de muertos en el mundo pasa de 166 a 198, y el de infectados de 1.482 a 1.807.
Ante la alarma desatada, el Gobierno chino ha decidido suspender las vacaciones de una semana que iban a comenzar el primero de mayo, Día del Trabajo, tradición que se mantenía en China desde hacía décadas. “Con esa medida vamos a evitar desplazamientos masivos de la población y, por consiguiente, la fluctuación del virus. Sabemos que supondrá un duro golpe al turismo, pero hay que hacerlo”, recalcó Gao.