L D (EFE) La Ertzaintza arrestó el pasado sábado a los integrantes de la red cuando hacían una entrega de droga y se incautó de 1,6 kilos de cocaína, cuatro kilos de hachís, balanzas de precisión y 32.000 euros en metálico. Las investigaciones comenzaron el pasado mes de octubre en la localidad guipuzcoana de Irún, donde la Ertzaintza había detectado un aumento en el tráfico de sustancias estupefacientes, especialmente de cocaína y hachís.
Las pesquisas se centraron en tres "camellos" conocidos por traficar a menor escala con drogas en la comarca del Bidasoa, a quienes los ertzainas vigilaron durante un mes hasta dar con un traficante de mayor entidad que les suministraba las sustancias estupefacientes. Según Interior, este presunto traficante, A.F.B., de 28 años y vecino de Irún, llevaba diez años traficando con distintas drogas en la comarca, pero en los cinco últimos años su actividad había aumentado, tanto en la cantidad distribuida como en el ámbito de actuación, que se ampliaba a la comarca de San Sebastián. Las investigaciones han determinado que este presunto narcotraficante distribuía mensualmente entre un kilo y medio y dos kilos de cocaína y unos cinco kilos de hachís.
Una vez identificado y localizado este traficante, la Ertzaintza lo sometió a seguimiento para descubrir de dónde obtenía la droga, lo que le llevó a detectar a cinco colombianos que se desplazaban mensualmente hasta Irún para venderle las sustancias. Los agentes intervinieron el pasado sábado una de estas entregas, que se iba a efectuar en un garaje de Irún, y arrestaron a los cinco colombianos y al presunto narcotraficante guipuzcoano, que pretendía comprar 1,6 kilos de cocaína y al que se le incautaron 32.000 euros. También hallaron en el garaje tres kilos de hachís, una balanza de precisión y material para el corte y distribución de cocaína, según preció la Ertzaintza.
Al día siguiente, la Policía vasca arrestó a los tres "camellos" que integraban también la red, en cuyos domicilios halló medio kilo de hachís, una balanza de precisión y material para preparar las dosis. Según ha podido determinar la Ertzaintza, los narcotraficantes colombianos viajaban mensualmente desde Madrid hasta Irún, donde contactaban con A.F.B., que era su enlace en esta zona y que tenía su centro de operaciones en el garaje, donde manipulaba la droga y la hacía llegar a los otros tres "camellos" de menor entidad.