L D (Agencias) Según informó este viernes el portavoz de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil de Valencia, esta banda estaba integrada por antiguos miembros de unidades militares de elite en sus países de origen y ninguno de ellos había regularizado su residencia en España. EFE informa que la operación se inició en mayo de 2004, cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento de varios robos en bancos perpetrados del mismo modo y en poblaciones pequeñas en las que no tienen sede los cuerpos de seguridad.
Tras identificar a algunos de sus componentes, se estableció un dispositivo de vigilancia que permitió determinar que la totalidad de los integrantes de la banda residían en pisos de Valencia y localidades limítrofes como Torrent, Manises o Montserrat. De todos los detenidos, 32 varones y 9 mujeres, la mayoría tiene entre 20 y 30 años de edad, 37 son de nacionalidad rumana, tres son moldavos y uno italiano.
Asimismo, los responsables de la investigación efectuaron nueve registros domiciliarios en viviendas y chalés de las afueras de Valencia en los que se intervino alrededor de 4.000 herramientas como mazas, sierras radiales, troqueladoras, cables de acero, lanzas térmicas, lectores de tarjetas de crédito, pasamontañas, transmisores, armas de fuego y vehículos robados. Los miembros de la red, según el portavoz de la Guardia Civil, actuaban en grupos de 6 u 8 personas, siempre usaban vehículos sustraídos para cometer los robos, poseían sofisticados sistemas de transmisión y utilizaban ropa oscura de camuflaje, con máscaras y guantes.
En sus desplazamientos, muchos de ellos a cientos de kilómetros de sus domicilios de residencia, usaban un vehículo "lanzadera" que iba siempre por delante para detectar cualquier presencia policial. Los métodos empleados en los robos se asemejan a los militares, ya que contaban con pasta de poliuretano para insonorizar las alarmas, tenían vigilado el lugar durante días e incluso en varias ocasiones cortaron las líneas telefónicas y los suministros eléctricos de poblaciones enteras.
Al parecer, el cabecilla de la red, que residía en un chalé de Montserrat, era el encargado de seleccionar el objetivo y también a las personas más capacitadas en función de su preparación técnica y la complejidad del lugar y sus accesos. Los responsables de la investigación aseguraron que sigue abierta ya que en los registros se ha incautado gran cantidad de documentación que podría dar lugar a nuevas detenciones en las próximas horas.
Tras identificar a algunos de sus componentes, se estableció un dispositivo de vigilancia que permitió determinar que la totalidad de los integrantes de la banda residían en pisos de Valencia y localidades limítrofes como Torrent, Manises o Montserrat. De todos los detenidos, 32 varones y 9 mujeres, la mayoría tiene entre 20 y 30 años de edad, 37 son de nacionalidad rumana, tres son moldavos y uno italiano.
Asimismo, los responsables de la investigación efectuaron nueve registros domiciliarios en viviendas y chalés de las afueras de Valencia en los que se intervino alrededor de 4.000 herramientas como mazas, sierras radiales, troqueladoras, cables de acero, lanzas térmicas, lectores de tarjetas de crédito, pasamontañas, transmisores, armas de fuego y vehículos robados. Los miembros de la red, según el portavoz de la Guardia Civil, actuaban en grupos de 6 u 8 personas, siempre usaban vehículos sustraídos para cometer los robos, poseían sofisticados sistemas de transmisión y utilizaban ropa oscura de camuflaje, con máscaras y guantes.
En sus desplazamientos, muchos de ellos a cientos de kilómetros de sus domicilios de residencia, usaban un vehículo "lanzadera" que iba siempre por delante para detectar cualquier presencia policial. Los métodos empleados en los robos se asemejan a los militares, ya que contaban con pasta de poliuretano para insonorizar las alarmas, tenían vigilado el lugar durante días e incluso en varias ocasiones cortaron las líneas telefónicas y los suministros eléctricos de poblaciones enteras.
Al parecer, el cabecilla de la red, que residía en un chalé de Montserrat, era el encargado de seleccionar el objetivo y también a las personas más capacitadas en función de su preparación técnica y la complejidad del lugar y sus accesos. Los responsables de la investigación aseguraron que sigue abierta ya que en los registros se ha incautado gran cantidad de documentación que podría dar lugar a nuevas detenciones en las próximas horas.