Denuncian a Páginas Amarillas por permitir que una única empresa acapare los principales epígrafes

L D (EFE) El empresario Ángel González ha presentado una querella admitida a trámite contra TPI-Páginas Amarillas por permitir que una única empresa llene los primeros anuncios de los principales epígrafes de sus guías, especialmente los relacionados con asistencia urgente en el hogar.

Según los datos de Ángel González (recopilados desde 1996), en una edición de las Páginas Amarillas de Madrid una única empresa supera los trescientos anuncios, en su mayoría situados entre los primeros de sus respectivos epígrafes, de forma que el usuario únicamente consulta los de esa compañía. Para ello, González asegura que las compañías que frecuentan esta práctica se registran con nombres que comienzan por la letra "a" o con el número "0", puesto que éste es el primero en figurar según el sistema de alfabetización utilizado por TPI, y que utilizan claves que aparecen en el propio anuncio " para que Telefónica la reconozca".

Además, el empresario asegura haber comparado diferentes ediciones de las guías y haber detectado que entre un año y otro los mismos números de teléfono respondían a diferentes empresas. En opinión de Ángel González, se trata de "la estafa más fina y extendida de los últimos diez años", puesto que cuenta con la connivencia de TPI-Páginas Amarillas y afecta a la mayoría de las provincias españolas. Según la teoría del empresario, se anuncian empresas que aseguran ser el servicio técnico oficial de alguna marca, mientras que únicamente cuentan con un operario que recibe dinero (entre 12 y 18 euros, según fuentes del sector consultadas por EFE) a cambio de los avisos de asistencia recibidos.

En los sectores en los que más se practica esta supuesta estafa son los relacionados con la asistencia doméstica, como la reparación de electrodomésticos, la cerrajería, la fontanería, la electricidad o la informática. Por su parte, Páginas Amarillas declinó hacer declaraciones respecto a esta querella, al asegurar que no tiene constancia de su existencia, al tiempo que negó haber modificado arbitrariamente el sistema de alfabetización para beneficiar a las empresas que más pagaban por sus anuncios, tal y como sostiene Ángel González.