L D (EFE) Guadis Marleve V.B., que tiene antecedentes, había residido en el piso en el que a habrían empezado a propagarse las llamas, situado en la tercera planta del edificio SOL II, que cuenta con un total de once. Según ha explicado el abogado de la detenida, Francesc Massa, su clienta se ha declarado inocente en la comparecencia y ha asegurado que nunca estuvo dentro del edificio siniestrado durante las horas previas al incendio.
Massa ha explicado que "no existen indicios suficientes" para incriminar a su defendida y que la única razón que ha llevado al juez a dictar su ingreso en prisión es que su clienta "no tiene la documentación regularizada", de manera que, según Massa, existía un riesgo "más alto" de fuga. La única prueba que existe en contra de la detenida es que, según el abogado, uno de los vecinos del edificio la habría visto entrar en el apartamento de la tercera planta donde se habría iniciado el incendio.
La mujer ha manifestado ante el juez que el pasado domingo sólo se acercó al edificio "para cargar dos veces el móvil", según su abogado, y que cuando sucedió el incendio ella estaba cerca del lugar porque una vecina la llamó por teléfono porque se estaba quemando su antigua residencia, en referencia al edificio siniestrado. Guadis Marleb ha manifestado que no siente ninguna animadversión por su antiguo novio, con el que convivió en un apartamento del edificio siniestrado, según Francesc Massa, aunque ha admitido que lo denuncio varias veces porque había recibido amenazas de su entorno familiar.
El incendio, que se propagó rápidamente, llevó a cinco inquilinos a lanzarse al vacío y tres de ellos fallecieron: Mohamad S., de 34 años y nacionalidad pakistaní, Suali B., una joven brasileña, y la salmantina Lorena A.S., de 23 años. En cuanto a los heridos, uno de ellos, de origen italiano y de 33 años, fue intervenido quirúrgicamente de las heridas causadas en su pierna derecha, mientras que otro hombre de origen paquistaní, de 50 años, quedó ingresado en la Unidad de Curas Intensivas (UCI) por un traumatismo torácico y de pelvis. El último herido es un hombre de 26 años y de origen paquistaní que sufrió una intoxicación por inhalación de humos.
Al parecer la mujer tuvo un conflicto con su ex pareja, un hombre que se encuentra en la actualidad encerrado en una prisión catalana y que es el titular del alquiler de la vivienda que habían compartido. La detenida, que estaba ebria y muy enfurecida, se dirigió al apartamento que había compartido con su compañero sentimental en el edificio siniestrado y le prendió fuego, rociándolo con un líquido inflamable, al parecer con la intención de vengarse de él, a cuyo nombre estaba el alquiler de la vivienda. Los 18 inquilinos del inmueble que tuvieron que ser desalojados permanecen por el momento alojados en un aparthotel de la urbanización de Empuriabrava.