(Libertad Digital) El viaje de la Delegación española a la Santa Sede ha estado plagado de anécdotas. Ya el viernes, en el brindis ofrecido por la Vicepresidenta en honor del cardenal Cañizares, De la Vega sufrió un lapsus, eso sí, sin importancia. Pidió con entusiasmo a los asistentes que levantaran la copa "por España, por la Santa Sede y por el Santo Papa".
La Embajada de España en la Santa Sede remitió antes del viaje de la Delegación española las "Instrucciones de logística para los actos del consistorio". El documento recoge la agenda de la delegación, el modo en el que deben realizarse los desplazamientos y las cuestiones protocolarias básicas, como la indumentaria. En los casos que nos ocupan dice así:
SÁBADO 25 DE MARZO 2006
- 10.00 Horas. Llegada de la Delegación Oficial a la Basílica de San Pedro. Entrada en la Basílica por la puerta de Santa Marta (entrada reservada exclusivamente a Delegaciones oficiales). La Casa Pontificia conducirá a la Delegación Oficial a su lugar asignado. Caballeros: uniforme o frac –chaleco negro, pajarita blanca– con condecoraciones. Señoras: vestido negro –falda cubriendo la rodilla– y velo negro.
- 17.30 Horas. Recepción en el Palacio de España en honor del Cardenal Cañizares ofrecida por el Embajador de España. Los invitados acuden por sus propios medios. Caballeros: traje oscuro. Señoras: traje o pantalón, evitando colores blanco, rojo y fuxia (sic).
En el primer caso, De la Vega guardó rigurosamente el negro requerido por el protocolo español con un elegante traje de solapas asimétricas. Sin embargo, se permitió mayor libertad en lo referente al velo.
Aunque la prenda habitual y tradicional en el caso de España es la mantilla, De la Vega optó por un breve tocado inclinado. En Maputo fue más fiel a las tradiciones. En Marruecos, como se aprecia en la fotografía, también. Si se recomendaba velo, velo se puso. Este sábado la vicepresidenta no desentonaba en la Basílica pero se alejaba de la tradición.
María Teresa Fernández de la Vega en la Basílica de San Pedro