L D (EFE) Los conductores que usan la C-31 y la C-32 para acceder a Barcelona desde el sur han invertido este jueves más del doble de tiempo del habitual debido al colapso de estas vías, por lo que trayectos como el de Castelldefels-Barcelona, de unos 23 kilómetros, ha costado cubrirlo dos horas en vehículo privado.
Las previsiones de lluvias y, en especial, la habilitación de un carril bus en la C-31 han sido los principales culpables del caos circulatorio en estas dos vías, con la consecuente repercusión en los accesos a Barcelona, en la tercera jornada del dispositivo alternativo de transporte que suple la restricción del servicio de Cercanías.
Los conductores más afectados por el colapso han sido los de la C-31, donde sólo contaban con un carril para acceder a Barcelona ya que el otro estaba reservado a los autobuses que transportan a los usuarios de Renfe desde Gavà hasta Barcelona.
Carril Bus
Cansados e indignados por la lentitud de la circulación en el único carril que tenían a su alcance y por el hecho de que el reservado a los autobuses iba vacío en muchas ocasiones, muchos conductores han optado por apartar los conos que separaban los dos carriles e invadir el carril bus. Algunos de éstos han denunciado luego que, al llegar a Barcelona, han sido sorprendidos por patrullas de la Guardia Urbana, que les han fotografiado para poder denunciarlos.
Un portavoz de la Guardia Urbana ha considerado "lógico" que las patrullas desplegadas en los accesos a Barcelona por el sur "fotografíen para denunciar después" a los conductores que han cometido la infracción de invadir el carril bus.
16 kilómetros de atasco
Los conductores que han optado por la C-32 tampoco han tenido más suerte, ya que el colapso en la C-31, donde se han registrado más de 16 kilómetros de cola, también les ha afectado, aunque no se han registrado retenciones de tanta importancia.
Una vecina de Castelldefels que trabaja cerca de la Sagrada Familia ha explicado que ha tardado dos horas en llegar a la oficina pese a que ha salido una hora antes de lo habitual de casa, y eso pese a que ha obviado la C-31 y ha optado por utilizar la C-32. Según ha señalado, ha viajado "en caravana" desde Castelldefels hasta Bellvitge, punto desde el cual la circulación se hacía más fluida.
El colapso de las dos vías que atraviesan la comarca del Baix Llobregat ha provocado que este jueves las retenciones para entrar en Barcelona se han alargado mucho más en el tiempo, hasta cerca de las 10.30 horas, mientras que los pasados lunes y martes a esta hora la circulación ya había quedado completamente normalizada.
Además de las retenciones que se han producido en la C-31 y la C-32, también han ido muy cargadas las carreteras secundarias que transcurren por esta comarca, como la que va de Sant Boi a Castelldefels.