L D (EFE) Esta fase, denominada de emergencia, concluye cuando todos los afectados están instalados de forma adecuada en campamentos que reúnan las condiciones necesarias, y tengan cubiertas sus necesidades alimentarias y de atención sanitaria, según ha explicado el portavoz de la delegación, Miguel Ángel Rodríguez.
La instalación de estos campamentos corre a cargo del Gobierno marroquí y de organizaciones humanitarias como Cruz Roja que, además de facilitar las tiendas de campaña, se encargan de dotarlos de agua potable, luz, letrinas y dispensarios médicos. La Cruz Roja española ha repartido entre los afectados 22 toneladas de material como tiendas de campaña, mantas, efectos de aseo y medicinas pero, según sus estudios, sólo en la zona de Imzuren, la más afectada por el seísmo del pasado martes, se necesitan todavía 3.000 tiendas de campaña para dar cobijo a los sin techo.
Esta entidad, que trabaja junto a la Media Luna Roja de Marruecos, ha establecido en Imzuren un campamento en el patio de un colegio derruido por el terremoto con capacidad para 1.200 personas y otro que ha empezado a funcionar este domingo y que albergará a otras 600. Las tiendas de campaña son la principal demanda de los damnificados por un terremoto por el que miles de personas viven en la calle desde la madrugada del martes.
La instalación de estos campamentos corre a cargo del Gobierno marroquí y de organizaciones humanitarias como Cruz Roja que, además de facilitar las tiendas de campaña, se encargan de dotarlos de agua potable, luz, letrinas y dispensarios médicos. La Cruz Roja española ha repartido entre los afectados 22 toneladas de material como tiendas de campaña, mantas, efectos de aseo y medicinas pero, según sus estudios, sólo en la zona de Imzuren, la más afectada por el seísmo del pasado martes, se necesitan todavía 3.000 tiendas de campaña para dar cobijo a los sin techo.
Esta entidad, que trabaja junto a la Media Luna Roja de Marruecos, ha establecido en Imzuren un campamento en el patio de un colegio derruido por el terremoto con capacidad para 1.200 personas y otro que ha empezado a funcionar este domingo y que albergará a otras 600. Las tiendas de campaña son la principal demanda de los damnificados por un terremoto por el que miles de personas viven en la calle desde la madrugada del martes.