No disimula su enfado. La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha advertido al presidente del Congreso, José Bono, que no dudará en emprender “una acción judicial” si sigue utilizando a su familia como “parapeto” para desviar la atención sobre su abultado patrimonio y todas las irregularidades que le rodean.
El punto de inflexión llegó este fin de semana, cuando el dirigente socialista acusó a la número dos del PP y a su marido, Ignacio López del Hierro, de fabricar informes y documentos contra él. “Una burda estupidez”, según su entorno, que la propia Cospedal se ha encargado de zanjar en la rueda de prensa posterior al Comité de Dirección: “son mentiras, infundios y calumnias”.
“Comprendo que pueda ser una fórmula de defensa el decir que todos sus males son mi culpa pero no es verdad, es disparatado” y lo peor “es introducir a personas de mi familia en la confabulación”, se quejó la también presidenta del PP de Castilla-La Mancha, que tachó de “muy desafortunado” el intento de Bono de “utilizar a otras personas” como resguardo.
Batería de preguntas en el Congreso
Sin embargo, el PP no se achanta y, ante el intento de desviar la atención a motivos personales, anuncia una batería de preguntas en el Congreso de los Diputados sobre dos asuntos muy concretos: el informe del Tribunal de Cuentas que acusa a Bono de negligencia por el caso de Seseña y la sospecha de que contratara a inmigrantes en situación irregular para su Hípica.
En este sentido, también puso en conocimiento que todavía están esperando la contestación de la Fiscalía Anticorrupción acerca de la denuncia presentada por las informaciones del diario La Gaceta, por lo que, en voz de Cospedal, “parece increíble que la Fiscalía actúe de forma tan activa en algunos asuntos y en éste no haya tomado cartas en el asunto”.
“Lo que quiere el PP de toda España es que todos los diputados sean medidos con el mismo rasero (…) si aparecen informaciones de comportamientos, cuanto menos, no regulares tienen que ser analizados como ocurriera con cualquier otra persona”, defendió, para acto y seguido rematar: “nadie tiene que escandalizarse”.
"Es un juego sucio que no se puede consentir"
Ya de puertas para adentro, las palabras de Bono sobre la familia de Cospedal centraron buena parte de los corrillos, si bien no fue uno de los asuntos abordados en la reunión de maitines. “Es un juego sucio que no se puede consentir (…) meter a la familia en política demuestra su desesperación”, sentenció un compañero de filas, miembro de la cúpula, en conversación informal con este periódico.
Todas las fuentes consultadas ahondaron en esta idea y en el hecho de que Bono haya introducido “un tema personal, que además es mentira” para “desviar el foco de atención”, extremo que, aseguran en Génova, no piensan consentir. Dicho esto, todavía es imposible arrancar algún primer espada la palabra “dimisión” para el presidente de las Cortes.