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Condenan al Gobierno de Castilla-La Mancha por "permisividad" en un caso de acoso escolar

La Consejería de Educación de Castilla–La Mancha tendrá que pagar una indemnización de 2.000 euros a una niña de diez años que sufrió malos tratos psicológicos por parte de sus compañeros de colegio después de que los tribunales hayan considerado que la actitud de sus profesores fuera "omisiva y en ocasiones permisiva". Se trata de la primera sentencia en España que condena a una Administración pública por un caso de acoso escolar.

L D (Europa Press) La sentencia, dictada por el juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 2 de Albacete, indica que la actitud "de carácter omisivo y en ocasiones permisivo" de los responsables del centro produjo "los daños morales que sufrió tanto la menor como en menor medida sus padres". Por ello, la Junta deberá pagar a la niña una indemnización de 2.000 euros en concepto del daño moral sufrido, además del coste del tratamiento psicológico que está siguiendo.
 
La niña asistía a un colegio público de Hellín desde hacía seis años, donde estaba "totalmente integrada" y donde no había tenido ningún tipo de problema. Sin embargo, un día fue sacada en medio de la clase para que una estudiante de Psicología en prácticas le realizara un test y ahí empezaron las burlas. Al parecer, los compañeros de la pequeña comenzaron "a mofarse de ella" pues creyeron que la niña estaba siendo tratada por una psicóloga porque tenía problemas. Estas pruebas, realizadas sin consentimiento paterno –según consta en la sentencia– "desencadenaron un rechazo" y los compañeros "empezaron a verla como algo diferente, como si ella necesitara un tratamiento, y empezaron a rechazarla".
 
El número de alumnos que la aislaron "se fue haciendo más numeroso y al final del curso le quedaban muy pocos amigos. Estaba mal visto en el grupo estar con ella". Según Manuel, la niña "sufría un auténtico infierno" y "de ninguna manera quería asistir a clase, porque sentía la presión que se le venía encima". La menor no dormía bien y el informe del psicólogo que la trata "constataba claramente que la niña tenía unos daños tremendos". Así, consideró que la menor presentaba síntomas de ansiedad, baja autoestima, sentimiento de dependencia y angustia de separación.
 
Los profesores no actuaron
 
Los padres de la pequeña comentaron la situación a los profesores, a los que siempre han estado "pidiéndoles ayuda", pero "en ningún momento" les hicieron "caso". "Sí, nos dieron muy buenas palabras, pero actuaciones nulas. No han actuado para nada, sólo se llamó a las madres de las acusadoras tres días antes de finalizar el curso", aseguró. La familia había requerido su ayuda por escrito y acudiendo al propio centro.
 
Finalmente, la niña tuvo que ser cambiada a un nuevo colegio donde los profesores se "implicaron" mucho con la menor. En el nuevo centro también surgieron algunos "brotes de acoso" por "contaminación", por parte de niños que conocían a los compañeros del otro centro, aunque "se han controlado" por parte de la dirección.
 
Asimismo, Manuel explicó que la familia de la niña también lo ha pasado "mal", pues un caso así "siempre afecta a la vida interna de la familia, siempre crea distorsiones grandes, aunque se intenten evitar y se use mucho sentido común". Destacó que iniciaron el trámite judicial porque "se lo debían" a su hija. "Lo que menos nos ha importado es la indemnización; simplemente se lo debíamos a ella. Para ella es una satisfacción que alguien le reconozca que ha sido una inocente, porque nadie se lo ha querido reconocer", explicó.
 
El caso de Jokin
 
Por su parte, María, la madre de la niña, indicó que lo ha pasado "muy mal" con esta situación, al ver a su hija en ese estado. "Yo no se lo deseo a nadie, ni a mi peor enemigo", señaló. Comentó que la niña no entendía muchas cosas y que incluso hoy "sigue sin saber por qué le ha pasado todo esto". No obstante, señaló que "nos ha dado una lección de entereza" a todos.
 
María afirmó que no hay día que no se acuerde del caso de Jokin, el niño vasco que se suicidió tras sufrir el acoso de los compañeros, y aconsejó a los padres de niños que estén pasando por una situación similar a la suya "que den cariño, apoyo y mucho refugio al hijo que lo está pasando mal".
 
A los profesores pidió que, "por favor, hagan algo cuando un padre vaya diciendo que su hijo lo está pasando mal". En este sentido, recordó que una profesora apuntó en un informe que las afirmaciones de la menor era " invenciones ". Sin embargo, María aseguró que su hija "nunca mentía, como no mienten muchos niños a los que les está pasando esto".

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