L D (Agencias) Según el veredicto del jurado, Ford tiene responsabilidad en el accidente, ocurrido en 1997 por vender un vehículo con reducida estabilidad, un problema que el fabricante automovilístico atribuye los neumáticos defectuosos suministrados por Firestone, informa Europa Press.
Karen Shaughnessy, portavoz de Ford, indicó además que "el trágico accidente ocurrió cuando el conductor del vehículo se quedó dormido al volante mientras circulaba a velocidad propia de una autopista. "La experiencia y las pruebas demuestran que el Explorer es un vehículo seguro, con mejores prestaciones que otros de su clase", añadió.