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Condenan a Cerrillo a 35 años de prisión por matar y violar a la niña de Salou Tamara Navas

La Audiencia de Tarragona condenó este viernes a 35 años de prisión a Juan Miguel Cerrillo por la violación y asesinato de la niña de Salou Tamara Navas, de 9 años, que desapareció en marzo de 2001 y cuyo cadáver fue hallado en la casa del condenado en febrero de 2002. El magistrado ha impuesto a Cerrillo, de 48 años, una pena de 20 años de prisión por un delito de asesinato y otros 15 por el delito de agresión sexual, en total tres años más de lo que solicitaban el fiscal y la acusación particular.

L D (EFE) Asimismo, la sentencia condena al procesado a la pena de prohibición de residencia en el municipio de Salou por un período de 5 años y a indemnizar a los padres de la víctima con 200.000 euros en concepto de responsabilidad civil. La sentencia resalta que "en el supuesto que nos ocupa, sentada la gravedad de los tipos, se constata, con dramática claridad, una pluralidad de factores, tanto concomitantes a las acciones delictivas como posteriores, que ponen de relieve la necesidad ética y sistemática de imponer un castigo muy severo" para el crimen de Tamara Navas.
 
El magistrado de la Audiencia de Tarragona, Javier Hernández García, considera que la víctima "fue sometida a condiciones extremadamente crueles. Tanto en la agresión sexual como en la causación de la muerte, el inculpado demostró una desmedida brutalidad". Además, recuerda que el inculpado permaneció con el cadáver durante casi un año, lo que impidió "no sólo el hallazgo de pruebas o evidencias biológicas determinativas sino que, además, y aquí reside su valor intensificador, prolongó el sufrimiento, también terrible, de los seres queridos de la víctima, en especial sus padres".
 
La presencia del cadáver en la casa del inculpado y la "inverosimilitud y contradicción" de las explicaciones que ofreció sobre este hecho; el contacto previo a la fecha de la desaparición de la menor Tamara Navas con el inculpado; la aproximación a niños en fechas próximas a la desaparición y muerte de la víctima y las manifestaciones de contenido sexual relativas a menores son los principales argumentos para imponer la condena. La sentencia recoge que Juan Miguel Cerrillo contactó con Tamara Navas en las inmediaciones de la Plaza Sant Jordi de Salou en la mañana del día tres de marzo de 2001, cuando la menor se encontraba jugando con otros niños de su edad.
 
Cerrillo "ofreció golosinas a la menor, a la cual propuso que quedaran para esa misma tarde en dicha plaza. La niña, de carácter abierto, alegre y confiado, aceptó" la invitación, según relata el auto. Entre las tres y las cinco de la tarde de ese día, el albañil llevó a la menor a su casa, ubicada en los apartamentos Córcega de Salou y, una vez en el interior del domicilio, el inculpado llevó a la menor a la cama, donde la ató con dos cuerdas de nylon y la agredió sexualmente produciéndole un fuerte desgarro. Como consecuencia del sangrado y de las lesiones, la pequeña vivió "un terrible e intensísimo sufrimiento", provocándole la muerte por shock traumático.
 
Días después de los hechos, el acusado envolvió el cadáver de Tamara con un plástico y acumuló basura en casa para disimular el fuerte hedor, hasta que, prácticamente un año después, unos operarios que acudieron a sanear el piso encontraron el cuerpo. El abogado de Cerrillo, Oscar Cabrero, que tras conocer el veredicto de culpabilidad pidió para su defendido la pena mínima por los delitos de violación y asesinato, ha anunciado que recurrirá la sentencia, aunque ha declinado manifestarse sobre ella.

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