L D (EFE) El esperado "juicio del siglo en Bélgica" contra el "monstruo" de Charleroi se toma su primer respiro tras cuatro intensas jornadas marcadas por el interrogatorio a Dutroux y por la declaración del juez Jean-Marc Connerotte, para muchos "el salvador" de Sabine Dardenne y Laetitia Delhez, las víctimas vivas más importantes del "enemigo público número uno".
Connerotte fue el primer magistrado en instruir lo que luego sería considerado el "caso Dutroux". El 14 de octubre de 1996 el Tribunal de casación le retiró del caso por participar en un almuerzo en favor de las víctimas de Dutroux, cese que levantó ampollas en la sociedad belga al estimar que el trabajo de Connerotte era impecable y no cerraba la puerta a la posible existencia de una red de pederastia. Su sucesor, Jacques Langlois, acababa de ser nombrado juez de instrucción y al tomar el caso dio un giro a la investigación sin tener casi en cuenta el trabajo de su predecesor, y se centró en la tesis del "depredador solitario".
En su declaración ante el Tribunal de Arlon, Connerotte reprochó a la gendarmería belga haberle ocultado pruebas que hubieran permitido detener mucho antes a Dutroux e investigar la posible trama de prostitución infantil, descartada por Langlois. Asimismo, el juez apuntó las fuertes presiones que soportó durante el tiempo que instruyó el sumario.
Connerotte fue el primer magistrado en instruir lo que luego sería considerado el "caso Dutroux". El 14 de octubre de 1996 el Tribunal de casación le retiró del caso por participar en un almuerzo en favor de las víctimas de Dutroux, cese que levantó ampollas en la sociedad belga al estimar que el trabajo de Connerotte era impecable y no cerraba la puerta a la posible existencia de una red de pederastia. Su sucesor, Jacques Langlois, acababa de ser nombrado juez de instrucción y al tomar el caso dio un giro a la investigación sin tener casi en cuenta el trabajo de su predecesor, y se centró en la tesis del "depredador solitario".
En su declaración ante el Tribunal de Arlon, Connerotte reprochó a la gendarmería belga haberle ocultado pruebas que hubieran permitido detener mucho antes a Dutroux e investigar la posible trama de prostitución infantil, descartada por Langlois. Asimismo, el juez apuntó las fuertes presiones que soportó durante el tiempo que instruyó el sumario.
Testimonios contradictorios
En los testimonios escuchados esta semana se han podido ver contradicciones, como la referente a cómo estaban las pequeñas Julie Lejeune y Melissa Russo, de 8 años, secuestradas en junio de 1995, cuando Dutroux salió de la cárcel, donde había estado tres meses por un delito menor. Connerotte afirmó que, según la experta opinión de un forense, las pequeñas "no habrían podido aguantar sin alimento ni agua más de 60 días", lo que corroboraría el testimonio de Dutroux, que sostiene que se encontró a las niñas muertas, mientras su ex mujer, Michelle Martin, acusada de complicidad, aseguró que agonizaban.
La próxima semana está previsto que el juez Langlois exponga los detalles de la instrucción que condujo durante siete años del caso Dutroux y podrá explicar los motivos que le llevaron a reorientar la investigación, muy criticada por un gran número de errores cometidos durante la misma.
En los testimonios escuchados esta semana se han podido ver contradicciones, como la referente a cómo estaban las pequeñas Julie Lejeune y Melissa Russo, de 8 años, secuestradas en junio de 1995, cuando Dutroux salió de la cárcel, donde había estado tres meses por un delito menor. Connerotte afirmó que, según la experta opinión de un forense, las pequeñas "no habrían podido aguantar sin alimento ni agua más de 60 días", lo que corroboraría el testimonio de Dutroux, que sostiene que se encontró a las niñas muertas, mientras su ex mujer, Michelle Martin, acusada de complicidad, aseguró que agonizaban.
La próxima semana está previsto que el juez Langlois exponga los detalles de la instrucción que condujo durante siete años del caso Dutroux y podrá explicar los motivos que le llevaron a reorientar la investigación, muy criticada por un gran número de errores cometidos durante la misma.