LD (EFE) Robin Goldstein sostiene que la gente tiende a pensar que un vino es mejor cuando sabe que es más caro, pero en un test a ciegas se demostró que dos tercios de los catadores se decantaron por un Domaine Ste. Michelle Brut, de Washington, que cuesta 12 dólares, en vez de por un Dom Perignon, que vale 150 dólares, como recoge en su libro "The Wine Trials".
Para "cocinar" la farsa, Goldstein, según explica en su "blog", creó una página web para el restaurante imaginario y rellenó la aplicación necesaria para optar al premio, que debía incluir una copia del menú -"una divertida amalgama de recetas de la 'nouvelle cuisine' y la comida italiana"-, y la lista de vinos de reserva que posee, además de abonar 250 dólares.
La lista de vinos que Goldstein incluyó era una selección de cerca de 250 tipos de blancos, rojos y espumosos, mientras que los reserva fueron escogidos de entre una gama de vinos italianos que habían recibido una floja acogida en la misma publicación durante las últimas décadas. Por ejemplo, un Amarone Classico "La Fabriseria", de 1998, que cuesta 185 euros, incluido entre los reserva de L'Intrepido, fue descrito por la publicación como "inaceptable. Dulce y empalagoso. Huele a spray contra insectos".