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"Con Chaves en Madrid están saliendo escándalos que no pasaban de Despeñaperros"

Francisco Rosell, director de El Mundo en Andalucía, ha revelado en Es la Mañana de Federico algunos detalles acerca de la demanda de Manuel Chaves desestimada en los tribunales, que trataba de ocultar los seguimientos al presidente de Unicaja por parte de la cúpula socialista andaluza.

Y aunque Manuel Chaves y el que fuera secretario de Organización del PSOE-A, Luis Pizarro, estudian la posibilidad de recurrir ante el Tribunal Constitucional la sentencia de la Audiencia Provincial de Sevilla que absuelve a los dos periodistas de El Mundo denunciados por un presunto delito de injurias graves.
 
La denuncia original de ambos dirigentes socialistas iba dirigida en concreto al director de El Mundo en Andalucía y un importante colaborador del diario en dicha comunidad, Javier Carballo, por la publicación de unas informaciones sobre el espionaje al entonces presidente de la Caja San Fernando, Juan Manuel López Benjumea.
 
Ahora, Paco Rosell, director de El Mundo Andalucía, ha estado en Es la mañana de Federico denunciado los "acosos del poder político" que tienen su raíz, según explicó, en "el proyecto de Magdalena Álvarez de crear una caja única en torno a Unicaja". De esto se derivó una "fractura, una división, casi una guerra civil en el grupo socialista en torno a Unicaja y el grupo en torno a las demás cajas sevillanas, los que se oponían a dicha fusión". Se levantaron dos presidentes y se produjeron unos espionajes que son los que aparecían publicados en las informaciones del diario.

Según explica el director, cuando Juan Manuel López Benjumea sospechó que "estaba siendo seguido, contrató a un detective", el mismo que "usaba la Caja San Fernando, el equipo de baloncesto para hacer seguimientos sobre juergas nocturnas de los jugadores", ya que creía que podia ser alguien relacionado con ETA.

Finalmente se llegó a la conclusión de que "estaba siendo seguido por un personaje determinado al que se sorprendió. Se grabó su confesión en una cinta de video y una grabación oral, y confesó el encargo realizado por la cúpula del partido socialista", en concreto por Chaves y su número dos Luis Pizarro.

Además, y según detalla Rosell, les pasó un contacto concreto, y que resultó ser Juan Escámez, jefe de escoltas de Chaves por aquel entonces. "Nosotros tuvimos esa informacion y lo pusimos en conocimiento opinión pública por su gravedad", dice Rosell, y lo demás es sobradamente conocido.

El periodista, que comparó con el Watergate dichos sucesos y los intentos de la cúpula socialista para callar al diario, cuenta que el proceso, que ha durado "ocho años", ha sido largo. "Hemos ganado el primer juicio, lo hemos vuelto a ganar la segunda en la Audiencia, pero siempre queda la incerdidumbre y la preocupación comprobada en el juicio".

Señala, más en concreto, diversos intentos de manipular el devenir del juicio. Dice Rosell que tras "aportar la grabación, ésta fue robada, y la tarjeta que atestiguaba los seguimientos era otra" que "no tenía nada que ver con la escuchada en el periódico":

Señala además algunos hechos notables, como que "Chavez no se querellaba con el autor de los seguimientos" pero sí con el periodico que publicó la información. Señala también la posibilidad de "una alianza entre los abogados defensores de Chaves y el del detective que hacía los seguimientos".

Finalmente, Rosell dice que después de todo están "muy satisfechos, algo no ocurre en todos los procesos, pero en otras ocasiones sí". Menciona también que "la presencia de Chaves en Madrid está iluminando escándalos que no pasaban de Despeñaperros para arriba". "Andalucia se ha transformado en un régimen muy cerrado, con escándalos como el de Matsa, o el de los hermanos Cháves".

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