Según avanzó el diario '20 Minutos', la experiencia funciona desde hace unos días. A diferencia de Nueva York, Londres y Moscú donde circulan taxis pintados de color rosa, la iniciativa barcelonesa sólo se plantea identificar los taxis en un futuro con un pequeño distintivo rosa en el interior, de forma que no pierdan la característica pintura amarilla y negra.
Algunos socios de Servitaxi prevén contratar en los próximos días a mujeres taxistas para ampliar el servicio, cuyos solicitantes son "bastante comprensivos". Nadie ha llamado para protestar, afirmó Zamora, y avanzó que la iniciativa también se la plantean Madrid y Sevilla.