L D (Agencias) Oficialmente, los inscritos son 400.000, según dijo el presidente del Pontificio Consejo para los laicos, monseñor Stanislaw Rylko, en una entrevista a la cadena católica Telepace, pero los organizadores esperan muchos más, hasta 800.000, procedentes de 200 países, el día de clausura de la Jornada.
Más de 12.000 agentes y unos 25.000 voluntarios respaldados por aviones de la OTAN se ocuparán de velar por la seguridad de los jóvenes y del Papa, especialmente en la misa al aire libre que se celebrará el domingo y a la que se espera que acudan un millón de fieles. A lo largo de la semana, los jóvenes asistirán a encuentros, seminarios y numerosos actos al aire libre, especialmente durante los cuatro días de estancia de Benedicto XVI en el país.
Los jóvenes han ocupado la ciudad de Colonia, especialmente las zonas de acampadas previstas por la organización, pero también dormirán en colegios, gimnasios y en domicilios particulares que se han prestado a colaborar en la Jornada Mundial de la Juventud, que este año celebra su XX edición. A la inauguración prevista para este martes por la tarde está previsto que acuda el presidente de Alemania, Horst Koehler, 8.000 párrocos y 750 obispos de todo el mundo.
El diario alemán Bild, que es uno de los mayores defensores del Pontífice, publicó el lunes un mensaje personal de Benedicto XVI en el que invitaba a los jóvenes de todo el mundo a participar en la Jornada. En su texto, el Papa pedía los jóvenes que participen en lo que llamó un "festival de fe, alegría y fraternidad", y califica de "gesto de la providencia" que él, como alemán, vaya a presidirlo. Además, decía a los jóvenes que no deben ver el Cristianismo como una carga. "El Cristianismo no es una serie de prohibiciones que nos imponemos a nosotros mismos, no es una carga pesada. Esta amistad, por el contrario, no es pesada, sino que nos da alas", afirmaba.
El Papa llegará el jueves con una apretada agenda
El momento clave de las jornadas será la asistencia de Benedicto XVI, cuya presencia en Alemania incluye un almuerzo con jóvenes y la tradicional vigilia nocturna con los peregrinos que acudan a la jornada. El 18 de agosto, partirá a las diez de la mañana (hora local y española) desde el aeropuerto de Ciampino de Roma con destino al de Colonia-Bonn. Está previsto que dos horas más tarde pronuncie el Sumo Pontífice un discurso de bienvenida y se dirija hacia el Arzobispado de Colonia, su lugar de residencia durante la visita.
Tras un breve descanso, realizará junto a los jóvenes una excursión por el río Rhin a pie y en barco y pronunciará su primer discurso ante los jóvenes. Más tarde, Benedicto XVI visitará la Catedral de Colonia, donde están los sepulcros de los tres magos, y regresará al arzobispado.
El viernes, 19, se reunirá con el presidente de Alemania, Horst Koehler, en Villa Hammerrschimidt, en Bonn. De regreso a Colonia, acudirá a la sinagoga de la ciudad, destruida por los nazis, y pronunciará allí un discurso, acto que recuerda la visita de Juan Pablo II a la sinagoga de Roma en 1986, siendo el primer Papa de la historia que pisaba un templo judío. El mismo día se reunirá con grupos cristianos de otras confesiones. Asimismo, ese viernes almorzará con un grupo de jóvenes, recibirá a unos seminaristas y mantendrá un encuentro ecuménico en el Arzobispado de Colonia, al que asistirán representantes de las otras Iglesias cristianas.
El sábado, 20, por la mañana, el Papa se reunirá con el canciller federal, Gerhard Schroeder; el presidente del Parlamento, Wolfgang Thierse; la presidenta del partido CDU, Angela Merkel, y el presidente de Renania del Norte-Westfalia, Jurgen Ruttgers. Por la tarde, se dirigirá a los representantes de la comunidad musulmana en la sede de la archidiócesesis de Colonia. Los líderes judíos han alabado las tareas de Benedicto XVI para mejorar las relaciones entre judíos y católicos durante sus años en el Vaticano antes de asumir el Papado.