(Libertad Digital) En declaraciones a LD, Jorge Campos ha apuntado que desde su colectivo confiaban en una respuesta "multitudinaria" al llamamiento por la "imposición insostenible" del catalán decretada por el Gobierno de Antich. Sin embargo, la asistencia ha superado sus expectativas: la organización cifra en 20.000 los participantes, mientras que fuentes policiales han reconocido al menos 15.00 personas en el acto de protesta.
Tras recordar que en Palma "jamás" se ha vivido una manifestación así, ha celebrado el resultado, que ha supuesto, en su opinión, "una lección de civismo". En la marcha estaban representado "desde el empresario al obrero, desde el inmigrante al mallorquín", ha dicho.
La asistencia de miles de personas demuestra, a su juicio, que "la sociedad no es apática". "Hemos hecho historia", ha celebrado Campos, que espera ahora una reacción del Ejecutivo balear. Su política, ha exigido, "debe cambiar", y también todos los partidos "deben tomar cartas en el asunto" sobre este tema. "Si el Gobierno no cambia sus políticas", ha advertido, "habrá otra manifestación y será más multitudinaria".
El único "pero" a la protesta han sido "algunas ausencias clamorosas", entre ellas, la de Rosa Estarás, presidenta del PP balear e incluida en la lista del partido a las europeas. Campos recordó que muchos de los asistentes, como Rosa Díez, Albert Rivera, Carlos Delgado o Regina Otaola modificaron sus agendas electorales pero ella no lo hizo.
En su opinión, si es cierto que hay una rectificación en los postulados del partido respecto a la política lingüística, ella debería haber estado presente acompañando a los miles de ciudadanos que pedían libertad y a los propios miembros de su partido que sí quisieron y pudieron estar con ellos.