L D (EFE) Así lo explicó Pedro García, jefe de estudios del colegio San Fernando, cuyos alumnos llevaron a cabo el homenaje póstumo en uno de los patios del centro, ante unas flores y una fotografía de su compañera fallecida.
La profesora de la menor, Esther García Belinchón, manifestó que la niña, que nació en Colombia y comenzó a estudiar en este colegio con cinco años, cursaba tercero de educación primaria en una clase con 25 alumnos "y se encontraba perfectamente integrada. Era una buena alumna". La tutora indicó que la menor "destacaba por su buena relación con sus compañeros de aula y con los alumnos de otros dos cursos de tercero de primaria" y su expediente académico era correcto.
La profesora apostilló que "los compañeros han encajado muy mal la noticia de su muerte. Pensamos que la mayoría no se lo creen" y añadió "algunos no han podido reprimir las lágrimas en la fila esta mañana". García Belinchón destacó que los padres de la niña, de 38 y 35 años, siempre acudían a las reuniones con el profesorado "y la preocupación de ambos por su hija era evidente". Añadió que el claustro sabía que los progenitores de la menor estaban en trámites de separación, "pero eso nunca afectó al comportamiento de la niña ni de su hermana de doce años que también estudia en este colegio".