L D (EFE) El anuncio fue realizado por el director general del Buró Estatal de Cartografía, Chen Bangzhu, quien también informó de que la capa de hielo y nieve que hay en la cumbre del monte mide 3,5 metros, y no 0,9, como se pensaba hasta ahora. Chen, preguntado sobre si la nueva cifra tendrá alcance internacional, señaló que probablemente "tomará tiempo hasta que otros países la reconozcan", pero aseguró que la nueva medida es "la más exacta que se puede realizar con las tecnologías actuales". Sin embargo, la nueva cifra sigue teniendo un margen de error, que ha sido fijado en más/menos 21 centímetros.
Los cálculos de 2005 usaron técnicas que no se conocían hace 30 años, como los sistemas de posicionamiento global GPS, y necesitó un complicado proceso que ha durado más de un año, en el que participaron 50 cartógrafos. Pese al largo proceso del nuevo cálculo, los científicos sólo necesitaron 40 minutos para realizar las mediciones necesarias en la cumbre y colocar las aparatos que, conectados a seis medidores GPS en sendas bases de investigación, determinaron la medida exacta.
La principal clave en la nueva medición es que en 1975 los científicos no pudieron determinar con exactitud el espesor de la capa de hielo y nieve que permanentemente hay en el monte, llamado Qomolangma ("Diosa Madre del País") por tibetanos y chinos. En aquella ocasión, explicó Chen, lo único que hicieron fue clavar una estaca en la nieve hasta que tocó con algo duro, que ellos consideraron roca, cuando en realidad se trataba de hielo. En 2005, por el contrario, la capa se midió con ondas de radar.
Los científicos explicaron que los cambios no sólo se deben a la medición exacta del espesor del hielo, sino que también pueden tener origen en movimientos de las placas tectónicas que hay en la zona, en continua fricción. La nueva medición hace pensar que otros montes del mundo son también más bajos de lo que se piensa, quizá varios metros.
Pese a que el Everest ha "encogido", no corre peligro su honor de ser el pico más alto del planeta, dado que el monte que le sigue en elevación, el K2 (en la frontera entre China y Pakistán) sigue a más de 300 metros de distancia (8.611).
La cima del pico, un mito para los montañeros de todo el mundo, fue alcanzada por primera vez en 1953 por el neozelandés Edmund Hillary y el sherpa nepalí Tensing Norgay.
Los cálculos de 2005 usaron técnicas que no se conocían hace 30 años, como los sistemas de posicionamiento global GPS, y necesitó un complicado proceso que ha durado más de un año, en el que participaron 50 cartógrafos. Pese al largo proceso del nuevo cálculo, los científicos sólo necesitaron 40 minutos para realizar las mediciones necesarias en la cumbre y colocar las aparatos que, conectados a seis medidores GPS en sendas bases de investigación, determinaron la medida exacta.
La principal clave en la nueva medición es que en 1975 los científicos no pudieron determinar con exactitud el espesor de la capa de hielo y nieve que permanentemente hay en el monte, llamado Qomolangma ("Diosa Madre del País") por tibetanos y chinos. En aquella ocasión, explicó Chen, lo único que hicieron fue clavar una estaca en la nieve hasta que tocó con algo duro, que ellos consideraron roca, cuando en realidad se trataba de hielo. En 2005, por el contrario, la capa se midió con ondas de radar.
Los científicos explicaron que los cambios no sólo se deben a la medición exacta del espesor del hielo, sino que también pueden tener origen en movimientos de las placas tectónicas que hay en la zona, en continua fricción. La nueva medición hace pensar que otros montes del mundo son también más bajos de lo que se piensa, quizá varios metros.
Pese a que el Everest ha "encogido", no corre peligro su honor de ser el pico más alto del planeta, dado que el monte que le sigue en elevación, el K2 (en la frontera entre China y Pakistán) sigue a más de 300 metros de distancia (8.611).
La cima del pico, un mito para los montañeros de todo el mundo, fue alcanzada por primera vez en 1953 por el neozelandés Edmund Hillary y el sherpa nepalí Tensing Norgay.