(Libertad Digital) Ante la "amenaza a las embarazadas" que ha supuesto el anuncio del PSOE y el Gobierno de modificar la actual regulación del aborto por una Ley de Plazos, la Fundación LAM-Mujer ha emitido un comunicado para avisar de los "peligros" que conllevaría en una sociedad como la española "la pendiente inclinada y permisiva" de tal Ley.
Según señala la promotora de la Fundación, Marta Pérez Ateaga, "los países que tienen una Ley de Plazos son principalmente estados discriminatorios y totalitaristas como China, Cuba, Rusia, Turquía, Ucrania, Corea del Norte o Vietnam, todos los países del Este y algunos de Asia, donde se hace casi obligatorio abortar desde el gobierno, la empresa o trabajo o la exigencia del padre del bebé". "En estos países con Ley de Plazos, como mínimo más del 30 por ciento" del total de los embarazos se abortan cada año, llegando al 80 por ciento" en provincias Ucrania y Rusia, entre otros.
Por eso, Pérez Arteaga, farmacéutica, reclama "apoyos" para que las mujeres puedan ejercer su derecho a la maternidad de manera "saludable" y "protegida de la violencia machista". "Una Ley de Plazos no protege a las mujeres". Recuerda que en el INE consta en la Encuesta de Fecundidad (1999 y 2006) que las mujeres desearían tener más hijos de los que tienen. La Fundación LAM-Mujer reclama además una verdadera conciliación, propuesta por la Ministra Aído, "real y efectiva" entre maternidad y trabajo. Pérez Arteaga espera que el gobierno "se comprometa como ha dicho en el derecho de la mujer a ejercer una maternidad digna, que incluya guarderías gratuitas, horarios de trabajo compatibles y un sueldo digno".
Asimismo, la Fundación señala que "con los datos del MSC de 2006 se puede concluir que se abortaron cerca de un 18 por ciento de los embarazos y que en el 26,9 por ciento de los abortos, las mujeres no tuvieron ningún apoyo económico de su pareja. Además del abandono de la pareja, conviene recordar que el Protocolo Común del MSC para la Actuación Sanitaria ante la Violencia de Género del 2007 sitúa el embarazo como primer factor de riesgo de sufrir violencia de género".