L D (EFE) "Todavía no sabemos cómo se transmitió la epidemia tan rápidamente desde el sur de China hasta el noreste, ni cuál es su origen exacto", declaró Xiao Donglou, vicedirector del Departamento para el Control de Enfermedades del Ministerio de Sanidad.
La OMS aseguró que la principal ruta de contagio es el contacto directo con la mucosa infectada de un enfermo, vía los ojos, la nariz y la boca, pues una persona afectada del SRAG sólo puede contagiar la neumonía a dos o tres más, al contrario de lo que ocurre con un costipado, que se transmite con la tos y alcanza a más gente.
Entre las medidas que ha tomado el Gobierno chino para proteger a sus ciudadanos de un rebrote del SRAG destaca la entrega al Ministerio de Sanidad de informes diarios de pacientes con síntomas similares de todas las provincias chinas, incluso si se trata de casos descartados. Pekín deberá informar de sus posibles casos con un plazo máximo de dos horas si se trata del casco urbano y seis horas si se trata de un paciente en el extrarradio de la ciudad, además todos los hospitales deberán colocar la información en internet a disposición de cualquier persona.
Mientras que muchos países afectados por el SRAG están mejor preparados para luchar contra la enfermedad, los expertos se cuestionan si China será capaz de superarla si surge un nuevo brote con la llegada del invierno. Algunas costumbres como la de consumir animales salvajes, como la civeta, animal al que se atribuyó el origen del virus, escupir en lugares públicos, sonarse la nariz sin pañuelo o descuidar la higiene personal siguen vigentes en China a pesar de los consejos de las autoridades sanitarias.
China fue el país más afectado del mundo durante la epidemia de neumonía atípica, con 350 muertos y 5.327 infectados.
La OMS aseguró que la principal ruta de contagio es el contacto directo con la mucosa infectada de un enfermo, vía los ojos, la nariz y la boca, pues una persona afectada del SRAG sólo puede contagiar la neumonía a dos o tres más, al contrario de lo que ocurre con un costipado, que se transmite con la tos y alcanza a más gente.
Entre las medidas que ha tomado el Gobierno chino para proteger a sus ciudadanos de un rebrote del SRAG destaca la entrega al Ministerio de Sanidad de informes diarios de pacientes con síntomas similares de todas las provincias chinas, incluso si se trata de casos descartados. Pekín deberá informar de sus posibles casos con un plazo máximo de dos horas si se trata del casco urbano y seis horas si se trata de un paciente en el extrarradio de la ciudad, además todos los hospitales deberán colocar la información en internet a disposición de cualquier persona.
Mientras que muchos países afectados por el SRAG están mejor preparados para luchar contra la enfermedad, los expertos se cuestionan si China será capaz de superarla si surge un nuevo brote con la llegada del invierno. Algunas costumbres como la de consumir animales salvajes, como la civeta, animal al que se atribuyó el origen del virus, escupir en lugares públicos, sonarse la nariz sin pañuelo o descuidar la higiene personal siguen vigentes en China a pesar de los consejos de las autoridades sanitarias.
China fue el país más afectado del mundo durante la epidemia de neumonía atípica, con 350 muertos y 5.327 infectados.