(Libertad Digital) En declaraciones realizadas anoche al programa Las Cerezas de TVE, recogidas por la agencia Europa Press, Manuel Chaves se mostró convencido de que Benedicto XVI será "continuista respecto al Papado de Juan Pablo II", pero apuntó que Joseph Ratzinger se ha caracterizado por mantener posiciones "bastante conservadoras" en cuestiones como el aborto, el matrimonio homosexual, la igualdad plena entre hombre y mujer o el celibato, al tiempo que ha sido "uno de los cardenales que más ha combatido la Teología de la Liberación".
El presidente del PSOE tuvo a bien decir que ahora "habrá que darle un plazo para ver cómo desarrolla su Papado". Eso sí, el presidente andaluz señaló que, dado que cuenta con 78 años de edad, Benedicto XVI puede convertirse en un "Papa de transición", aunque recordó ejemplos de antecesores de edad avanzada que tuvieron un mandato decisivo en el futuro de la Iglesia como Juan XXIII.
El comunista vasco Javier Madrazo consideró una "elección decepcionante" el nombramiento de Ratzinger porque, en su opinión, "va a mantener políticas muy continuistas y va a dar una nueva vuelta de tuerca a las posiciones más conservadoras". En una entrevista concedida a ETB, recogida por Europa Press, el coordinador de Ezker Batua-Berdeak llegó a afirmar que Benedicto XVI "no es el Papa que necesita la Iglesia del siglo XXI". Madrazo afirmó que "en el mundo, quien está satisfecho con el nombramiento de Ratzinger es la derecha y quien está, evidentemente, decepcionado es la izquierda, porque con este Papa no va a haber nada bueno ni nada nuevo para la Iglesia". "En todo caso –añadió– me queda la esperanza de que es un Papa de transición, por su edad biológica, y espero que haya una reconducción de las cosas en un futuro próximo".
El arzobispo de Valencia, monseñor Agustín García-Gasco, considera que el nuevo Papa Benedicto XVI, "responde al perfil que más necesita la iglesia y la sociedad en estos momentos" y aseguró que "estamos ante un hombre bueno, sabio, y un gran servidor de la Iglesia, con una gran preocupación por lo que supone evangelizar hoy en el mundo". El prelado rechazó "las campañas de desprestigio que han lanzado contra Joseph Ratzinger en los últimos años y también contra el propio Juan Pablo II las ideologías que se inspiran en el marxismo y en el laicismo radical, porque han considerado siempre que estorbaban". Según el arzobispo, "la imagen distorsionada que se ha querido dar desde esos sectores sobre el ahora Pontífice no responde ni mucho menos a los hechos ni a su persona porque es un gran servidor de la dignidad del ser humano, de la justicia y de la paz".
Respecto a los comentarios aparecidos en los medios de comunicación sobre Ratzinger, el obispo de Málaga y Melilla, Antonio Dorado Soto, ha querido dejar claro que el nuevo Papa "no es un hombre retrógrado", aunque dijo que "sería injusto esperar todo de él, ya que sólo Dios es Dios". Dorado Soto recordó a los creyentes que no deben preocuparse por lo que "dicen las personas que se declaran agnósticas y ateas". "Sin fe, no es posible comprender esta elección ni el hecho mismo de la Iglesia", apostilló. Sin embargo, puntualizó que hay que "oír a todos".
En una entrevista que publica el diario La Stampa, el cardenal venezolano Rosalio Castillo Lara ha respondido a quienes presentan al Papa como un conservador, diciendo que esa descripción "es una caricatura, no es en absoluto verdad que sea conservador". El cardenal asegura que los creyentes de Iberoamérica "no harán ninguna distinción" por la nacionalidad del sucesor de Juan Pablo II: "Para ellos el Papa es el Papa, no les importa si es alemán, italiano, hondureño o chino", dijo Castillo Lara que afirmó que Benedicto XVI "habla un poco de español y lo lee muy bien".
El teólogo suizo Hans Küng, uno de los mayores exponentes del ala reformista, cree que hay que dar una oportunidad a Benedicto XVI. "Puede producirse un pequeño milagro", dijo Küng con una media sonrisa al periodista que lo entrevistaba en la cadena de televisión pública alemana ARD. En cualquier caso, hay que dar al nuevo jefe de la Iglesia Católica los 100 días de rigor antes de juzgarlo, añadió el teólogo que enseña en Alemania. Küng considera una buena señal el que Ratzinger escogiera el nombre de Benedicto, pues el último pontífice que llevó ese nombre, Benedicto XV, que fue Papa durante la Primera Guerra Mundial, se esforzó mucho no sólo en conseguir la paz en el mundo sino por convertir la Iglesia "en algo más libre". Hans Küng coincidió en la Universidad de Tubinga con Ratzinger, que como él daba clases allí, y recuerda que era un hombre amable, pero "muy frío y capaz de argumentar de forma muy maquiavélica". Era alguien, remató Küng, "que ofrecía soluciones simplistas a los problemas a veces muy complejos que tenemos hoy día".