(Libertad Digital) En el último número de la revista Esquire, el consejero delegado de Prisa hace referencia a los nuevos retos de la prensa de papel. Y como no podía ser de otra manera pone como ejemplo al diario El País frente a otros competidores como El Mundo.
Al respecto, Cebrián dice que El Mundo–"puede parecer arrogante", advierte– no es competidor de El País ya que "no responde a una concepción de la convivencia ni de la vida". Para él, el diario de Pedro J. responde "a toda clase de oportunismos constantes", y para él "ese es uno de los problemas que tiene". Por el contrario, dice que su diario "responde a una concepción de la profesión muy definida" ya que "tiene unos principios editoriales e internacionales que te pueden gustar o no, pero que son muy estrictos". En su opinión "eso es lo que nos ha dado coherencia en todo este tiempo".
Pero no sólo se refiere al diario El Mundo sino también a su director Pedro J. Ramírez. Dice que "ha sido y es un periodista excelente" pero que es "víctima de sus propias virtudes". Además, cuenta que en algún momento quiso ficharlo para una revista llamada El Globo pero que finalmente se echó para atrás. Preguntado por Esquire si hubiera aguantado en Prisa, Cebrián apunta que "habría habido detrás una empresa y un colectivo profesional que hubiera potenciado sus virtudes y limitado sus defectos".
Aunque dice que nunca ha tenido la idea de dejar el periodismo para entrar en política, Cebrián apunta que ha tenido propuestas pero que la política "la ejercería mejor de manera más independiente". Matiza después que las propuestas "tampoco han sido muy insistentes".
En cuanto a algunos detalles de su vida personal, dice que de niño "creía que tenía vocación de cura", algo que para él era como "una llamada de ultratumba, del Cielo". De hecho dice que incluso llegó a pensar en ordenarse y que por eso comenzó a estudiar filosofía "que entonces era lo que estudiaban los curas".
Además, muestra su disconformidad con algunas páginas de internet que sirven noticias como Google News. Apunta que se trata de un sitio "donde la jerarquía de las noticias no viene mercada por su importancia o por su análisis sino por el número de veces que a alguien le interesa". Dice que esa selección de noticias "la hace una maquina no un periodista" por lo que cree que "a partir de ese momento, todo está boca abajo".