Casi un millar de pontevedreses rastrean la zona de la desaparición de Sonia Iglesias
Unas 800 personas respondieron al llamamiento formulado por familiares, compañeros de trabajo, amigos y vecinos de Sonia Iglesias Eirín, desaparecida en Pontevedra el pasado 18 de agosto, para participar en un rastreo por distintos lugares del entorno de la ciudad e intentar dar con su paradero.
Los voluntarios se concentraron a las 09.00 horas en la explanada del Pazo de Congresos de Pontevedra, donde el jefe de la Brigada de Seguridad Ciudadana, Evaristo Pérez, se dirigió al colectivo -dividido en cuatro grupos- a través de la megafonía de uno de los vehículos policiales, para dar unas instrucciones básicas antes de partir a los lugares previstos.
El grupo más numeroso se desplazó hasta el Lago de Castiñeiras, en Cotorredondo, en el que aún no se había realizado ninguna batida. Para ello, una empresa de transportes dispuso cuatro autobuses para trasladar a unas 220 personas hasta ese enclave. Un segundo grupo se desplazó a Campañó, donde ya se había realizado alguna inspección, aunque no lo suficientemente a fondo para una zona tan amplia.
Otros grupos más pequeños se quedaron en la Illa das Esculturas y la orilla del río Lérez, además de la Xunqueira de Alba, que ya fueron peinados en numerosas ocasiones, por lo que "es más improbable que se encuentre algún objeto que sea de interés", precisó Evaristo Pérez.
No obstante, Pérez ha indicado que "nunca está de más verlas reiteradamente", puesto que -dijo- la experiencia demuestra que personas desaparecidas aparecen en sitios "donde ya se ha buscado o en zonas próximas a su domicilio".
En todo caso, la Policía Nacional de Pontevedra no tiene "ningún indicio de la existencia de ningún cadáver" en el caso de la desaparición de Sonia Iglesias. "Esperamos encontrar a Sonia todavía con vida y lo del cadáver es una posibilidad como otras varias", ha señalado Pérez. "Hasta el momento no tenemos nada que nos haga pensar que esta chica sea cadáver", añadió.
Búsqueda de pruebas
El jefe de la Brigada de Seguridad Ciudadana reiteró a los asistentes que no hay "ninguna constancia, ni ningún indicio de que Sonia haya fallecido", extremo que calificó como una "especulación, como otras muchas, una posibilidad que no hay que dar por segura".
En este sentido, Evaristo Pérez ha señalado que la búsqueda se debe centrar en detectar "cualquier objeto que pueda ser de utilidad para la investigación", como un teléfono móvil, un bolso o una prenda de ropa.
También advirtió de que "probablemente" aparecerán "muchas cosas tiradas por el monte que seguro que no tienen nada que ver con el tema". En todo caso, ante el hallazgo de cualquier posible objeto, ha insistido en "no tocarlo y avisar a la policía porque cualquier objeto que se pudiera hallar se podría contaminar por no manipularlo correctamente y no serviría para la investigación". Así, corresponderá a los técnicos valorar su utilidad o inutilidad.
Ante la imposibilidad de disponer de agentes para atender a los posibles requerimientos de todos los participantes en este acto humanitario, el jefe de la Brigada explicó que, en ausencia de algún agente cercano en el lugar, la aparición de cualquier indicio habría que comunicarlo telefónicamente al 091, donde se centralizarían todas las llamadas y desde donde se comisionaría a una patrulla policial que acudiría al punto indicado.
Efectivos policiales
Fuentes policiales estimaron que entre la Policía Nacional, con agentes de la Unidad de Intervención, de la Policía Autonómica, la Guardia Civil, la Policía Local de Pontevedra y Protección Civil, el número de efectivos oscilaba entre las 100 y las 150 personas.
En declaraciones a los medios, el jefe de la Brigada de Seguridad Ciudadana dijo que la presencia de perros entrenados para la búsqueda de personas "no se consideró necesaria todavía", argumentando que como no se buscaba un cadáver, sino pruebas, y que, "para eso, los perros no procederían".
Pérez no se pronunció sobre aspectos relacionados con la investigación, como la intervención del teléfono de Sonia Iglesias, ya que se encuentra "bajo secreto del sumario". El portavoz policial ha recordado que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad están "volcados en este asunto, como no podía ser de otra manera", si bien "hay cosas que no se pueden decir porque se entorpecería la investigación", por lo que los familiares de la mujer desaparecida, con los que ya están en contacto, "tienen que entenderlo".
Expectativas
Con respecto a las expectativas sobre este multitudinario rastreo que concluyó al mediodía del domingo, Pérez señaló que "a lo mejor se encuentra algo o no, porque esto está bastante complicado". El jefe de la Brigada de Seguridad Ciudadana agradeció la colaboración vecinal en nombre de la Policía Nacional y de la familia de Sonia Iglesias "para tratar de aclarar este extraño suceso".
Sobre el poder de convocatoria de este llamamiento, que no llegó a las 1.000 personas, Evaristo Pérez consideró que era "un número de gente razonable que va a permitir trabajar con holgura sin estorbarse unos a otros".
Ante la posibilidad de que este primer rastreo masivo no tuviese resultados, el portavoz policial ha optado, en principio, por "suponer que no sea necesario hacerlo más veces, sin descartarlo tampoco", ya que los investigadores podrían aconsejar una nueva batida.
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