L D (EFE) Álvarez-Cascos dijo, en la conferencia de prensa posterior a la firma del acuerdo para el paso del AVE por el Prat, que "prefiero buenos acuerdos a acuerdos rápidos". Respecto a los futuros plazos, señaló que es necesario someter cada tramo a un procedimiento de información pública y a otro de declaración de impacto medioambiental, y en este sentido, aseguró que no deseaba convertir los plazos "en compromisos del ministro, porque ni asumo compromisos en representación de terceros ni asumo compromisos en representación del Ministerio de Medio Ambiente".
Para agilizar los plazos, señaló que el Gobierno va a intentar que "la redacción de los proyectos pueda simultanearse con el tramite medioambiental" para una vez que estén los proyectos "pasar a licitar las obras correspondientes" y agregó en estos momentos "no hay dificultades presupuestarias para acometer la licitación de estas obras". Tras hacer reflexiones el ministro mantuvo que el plazo del año 2004, inicialmente marcado por el Gobierno, sigue siendo el objetivo aunque, a preguntas de los periodistas, consideró que con la situación actual, el de mediados de 2005 "no es desatinado".
Respecto a la situación de las obras del tramo Madrid-Lérida, que debía haberse inaugurado hace meses, Álvarez-Cascos afirmó que "las obras están terminadas" y matizó que "lo que hace falta es que funcionen los sistemas con el grado de fiabilidad que exige el Gestor de Infraestructuras Ferroviarias (GIF) y RENFE" y añadió que existen anomalías que no permiten que el Ministerio reciba la obra. En este sentido, reconoció que estas anomalías "deberían estar superadas el pasado 31 de mayo" y que el GIF, por ahora, "no ha hecho ningún avance que permita fijar una fecha" y que después de los intentos fallidos "el GIF será muy precavido" a la hora de hacerlo. El ministro recordó que la empresa adjudicataria ha suscrito un acta "que constata 52 anomalías en el funcionamiento de los sistemas de información y control".
Para agilizar los plazos, señaló que el Gobierno va a intentar que "la redacción de los proyectos pueda simultanearse con el tramite medioambiental" para una vez que estén los proyectos "pasar a licitar las obras correspondientes" y agregó en estos momentos "no hay dificultades presupuestarias para acometer la licitación de estas obras". Tras hacer reflexiones el ministro mantuvo que el plazo del año 2004, inicialmente marcado por el Gobierno, sigue siendo el objetivo aunque, a preguntas de los periodistas, consideró que con la situación actual, el de mediados de 2005 "no es desatinado".
Respecto a la situación de las obras del tramo Madrid-Lérida, que debía haberse inaugurado hace meses, Álvarez-Cascos afirmó que "las obras están terminadas" y matizó que "lo que hace falta es que funcionen los sistemas con el grado de fiabilidad que exige el Gestor de Infraestructuras Ferroviarias (GIF) y RENFE" y añadió que existen anomalías que no permiten que el Ministerio reciba la obra. En este sentido, reconoció que estas anomalías "deberían estar superadas el pasado 31 de mayo" y que el GIF, por ahora, "no ha hecho ningún avance que permita fijar una fecha" y que después de los intentos fallidos "el GIF será muy precavido" a la hora de hacerlo. El ministro recordó que la empresa adjudicataria ha suscrito un acta "que constata 52 anomalías en el funcionamiento de los sistemas de información y control".