(Libertad Digital) El gobierno regional de Madrid ha decidido conceder el premio Reconocimiento a la Tolerancia al escritor, periodista y político cubano Carlos Alberto Montaner y a la presidenta de la Red Europea de Lucha contra la Mutilación Genital Femenina, la senegalesa Khady Koita.
El anuncio fue realizado este viernes por el vicepresidente primero y portavoz de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, en rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno. Montaner, líder de la Unión Liberal Cubana, fue galardonado por su defensa de la democratización de Cuba. Según sus promotores, el premio pretende reconocer la labor de quienes luchan pública y activamente contra las actitudes intolerantes y racistas, y de las personas que trabajan para sortear los obstáculos que impiden la participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica, social y cultural.
Montaner ha defendido, desde su exilio en los años sesenta, la democratización de Cuba y se ha constituido en un referente internacional de la lucha de los exiliados frente al régimen de Fidel Castro. A los 17 años de edad, fue acusado de colaborar con grupos contrarrevolucionarios y condenado a 20 años de prisión por el régimen cubano. En 1961 consiguió escapar de la cárcel y salir de la Isla hacia Miami, donde vivió hasta 1970, año en el que se trasladó a Madrid, donde reside actualmente.
Ha compaginado su intensa actividad como escritor, periodista, profesor universitario y conferenciante en diversas instituciones de América Latina y Estados Unidos, con la denuncia de la falta de libertad política en Cuba, la situación de ruina económica que atraviesa la Isla y la necesidad de una transición tranquila y pacífica hacia la democracia. Actualmente, Montaner es también vicepresidente de la Internacional Liberal, una organización radicada en Londres e integrada por unos 60 partidos políticos que defienden los valores democráticos y la promoción de la economía de mercado.
El gobierno madrileño decidió premiar a Khady Koita por su incansable apoyo a distintas asociaciones de ayuda a mujeres africanas y su lucha contra la práctica de la ablación desde los años ochenta, esfuerzos que la han convertido en un símbolo de la reivindicación social de la mujer africana.