Carbonell ha comparecido brevemente ante los medios de comunicación para indicar que "tardaremos muchos años en asimilar lo que ha supuesto este hombre para todos nosotros" y ha señalado que "los maestros, en muchas ocasiones, nos señalan el camino de lo que vamos a ser en la vida".
Precisamente, Joaquín Carbonell conoció a Labordeta en 1967, cuando se instaló en la ciudad de Teruel para estudiar el bachillerato y Labordeta impartía clases de Historia en el Instituto 'Ibáñez Martín'.
"Yo estoy aquí como alumno, esencialmente", ha dicho esta tarde Carbonell, quien ha explicado que a la capital turolense acudían estudiantes de los pueblos pequeños de la provincia, donde "nos daban con el palo".
Era la primera vez que salían de sus casas y Labordeta inició su primera clase diciendo "estáis todos aprobados", tras lo cual sus clases se llenaron de alumnos, ya que les trataba con "sentido común, con seriedad".