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los de new jersey triunfan

Cara B en Rock in Río: 50.000 personas "mantienen la fe" en Bon Jovi

El pistoletazo de salida del festival tuvo lugar en el escenario "Sunset", con la actuación de los mejicanos "Zoé", con gran parte del público accediendo todavía a las instalaciones de la "Ciudad del Rock".

La banda, liderada por León Larregui, defendió su repertorio a un ahora muy temprana (las 19:45), con lo que la afluencia de público estuvo muy lejos de las que disfrutarían otras formaciones. Aún así, se hicieron con su pequeño grupo de incondicionales, que llevan coleccionando con mimo desde hace más de diez años. A ellos les brindaron el momento más destacado de su actuación, el tema "Poli", que interpretaron junto a la siempre inspirada cantautora Annie B. Sweet. Para despedir, se sirvieron de su éxito "Nada", conocido por el público español a raíz de la colaboración de Enrique Bumbury (en la versión de estudio).

Pero la jornada estaba todavía comenzando, y faltaban algunas bandas por salir a los dos escenarios del recinto. Para empezar, una banda española que ya conocía el señor Diego Cadeña.

Pues así es Felipe, tras los Mexicanos Zoe, nos encontramos con los madrileños Mago de Oz, quienes han caído en Rock in Rio de milagro debido a la suspensión del concierto del norteamericano John Mayer. Sinceramente, no iba con la actitud necesaria para ver a una banda como Mago de Oz la cual ya conocía en directo y sabía de sus carencias. Aún así uno ha de ser profesional, y en algunos casos hasta armarse de valor, y así fue: poco antes de superar las 21:00, Mago de Oz se sube al escenario Sunset arrancando con “Molinos de Viento”. Y la primera en la frente.

Diversos problemas de sonido con el micro de José Andrea sumados a un sonido general poco cuidado y desmadrado hicieron que la salida de los madrileños fuese algo vergonzosa. Pero como profesionales que son, siguieron adelante con un set list cargado de sus grandes éxitos pinchados en las radios españolas: “Hasta que el cuerpo aguante”, “La posada de los muertos”, “La costa del silencio” que usarían para mandar un mensaje a la petrolera BP y tras varios éxitos, dieron paso a Jorge Salán, nuestro guitar hero nacional, (el cual, sinceramente, no sé muy bien que hace con ellos, cuando en solitario tiene un futuro prometedor) para interpretar los clásicos: “El que quiera entender que entienda” y “La fiesta pagana”.

En definitiva: un concierto de unos 45 minutos, muy malo en cuanto sonido (no se puede permitir un comienzo así en un festival de estas dimensiones), muy forzado en cuanto a la interpretación de los temas, un set list poco original acudiendo muy poco a su nuevo álbum “Gaia III: Atlantia” y pero todo a los éxitos radiofónicos que levantaron a los nacidos tras 1990 pero en directo (salvando a Salán) no están a la altura de una banda grande. Una pena que John Mayer esté enfermo.

Para abrir el escenario "Mundo", la organización tuvo que trasladar a la banda "Macaco", por la ausencia de John Mayer a última hora. Y el proyecto liderado por Dani Carbonell cumplió a la perfección, calentando motores entre los asistentes al festival, con una selección de temas centrada en sus último trabajo "Puerto Presente".

De la actuación de "Macaco", y mensajes solidarios aparte, hay que destacar lo mucho que ha progresado este proyecto multicultural en su directo. Así, durante su show, llevaron a cabo coreografías, rumba catalana, ska, reggae, y buen hacer musical en general. Los puntos altos del concierto llegaron con "S.O.S.", "Tengo" y "Moving". A la labor de animador de Carbonell, se sumaba el bajo y la voz de Jules Bikôkô, que terminaban de preparar al público para el gran final.

Que no se hizo esperar: primero, con la celebrada "Con la mano levantá". Para finalizar, "The Monkey Man", celebración del nombre y origen de la banda, que despedía a unos músicos cuya fusión de estilos se correspondía con la del propio festival. Y aún faltaban los dos platos principales de la noche.

Para empezar, los rockeros Pereza, que trajeron una puesta en escena interesante, gracias a una decoración similar a un cabaret con grandes lámparas rojas y un juego de luces muy trabajado. Y ahí aparecen Rubén y Leiva con su banda, primer plato fuerte de la noche en cuanto a masificación de gente por metro cuadrado. Un recibimiento muy cariñoso por parte del público a la banda, que nos ofreció gran parte de su último trabajo, “Aviones”, conjugado con sus temas más clásicos y que les han hecho llegar a lo más alto en nuestro país: “Animales”, “Estrella Polar”, “Grupis”, “Estrella Polar”, “Lady Madrid”, “Superhermanas”, “Quiero hacerlo”: con ellas hicieron las delicias de un público entregado, pero con el freno de mano echado para recibir más tarde a Bon Jovi.

Y como Rock in Rio es un festival como muy familiar y “buen rollista”, los chicos de Pereza nos dieron una sorpresa a todos cuando subieron al escenario a Ariel Rot y Carlos Tarque (M-Clan) para cantar juntos el éxito de Los Rodríguez “Mucho mejor” (la que casi todo el mundo conoce como “Hace calor”), con el que levantaron a todo el mundo que andaba algo frío con los temas del último disco de Pereza. Y tras esta invitación inesperada, Pereza se tornó algo menos cercana, distante, más pasota, menos comunicativa, más fría, como si la cosa no fuese con ellos, como si los chicos pensasen: “unos temitas más y a casa a felicitar a mi madre que es su cumple”, como nos anunció Leiva. En fin.

Un concierto que fue de más a menos, abriendo y cerrando con riffs prestados de Led Zeppelin y Hendrix. Algo que para parte de la gran masa pasó desapercibido, pero que algunos no recibimos muy bien. De igual modo, un concierto correcto, un sonido muy compacto y una buena banda para dar paso a la estrella de la noche. Bon Jovi.

Y Bon Jovi nunca defrauda. Los de New Jersey nos dejaron un show de elegante facturación, gran sonido y acertado repertorio que dejó satisfecho a sus incondicionales. En esta actuación que superó por poco las dos horas de duración nos quedamos con la interpretación de sus clásicos "Blood on blood", "You give love a bad name" y "Born to be my baby", que junto con la nueva "We weren't born to follow" supusieron un arrranque enérgico que hizo desgañitarse a la concurrencia.

El concierto prosiguió por sus lógicas evoluciones, intercalando marcha para todos los gustos ("Captain Crash & the beauty Queen from Mars", "Have a nice day"," I'll sleep when I'm dead") con baladas y medios tiempos ("In these arms", "Someday I'll be saturday night", "Superman tonight" o "When we were beautiful") que relajaron al personal para volver a arrancar, según las palabras de Jon, de vuelta a 1984 con "Runaway". De mención obligada en esta parte del show son las interpretaciones de "Bad medicine" (con la inclusión en su obligado medley de "Roadhouse blues" de The Doors y un amago de arrancarse a gritar 'Shout' a los cuatro vientos) que lograron elevar la temperatura a sus famosos 7800º Fahrenheit, y una sentidísima versión de "Hallellujah" del señor Leonard Cohen acompañado únicamente por los teclados de David Bryan.

En la recta final, siempre nos dejarán un toque recordatorio a los tiempos difíciles actuales preguntándonos quién trabajará ahora para los trabajadores ("Who's gonna work for the working man") e invitándonos a todos a recuperar (en este caso, a mantener) la fe.

La gran traca final la pusieron los otros dos componentes de su 'big three' del 86: "Wanted dead or alive" y "Livin' on a prayer", que volvieron a emocionar al público, haciendonos saber a todos los presentes que presenciamos una velada que nunca olvidaremos.

Y tras la estampida dirección salida, nos dirigimos a la zona de prensa para retomar fuerzas y sentarnos un rato. A la vuelta, Paul Van Dyck se puso a demostrar porque es uno de los productores y dj´s más reconocidos del mundo de la electrónica, así como el absoluto dominador de las listas de ventas del género. Una sesión que comenzó suave, como un ligero trance que te va sumiendo en su mundo paralelo donde los vinilos y los sintetizadores hicieron de hilo conductor a los momentos más duros, destacando himnos de nuestra adolescencia como: “Born Slippy” de Underworld o “Insomnia” de Faithless. Una auténtica fiesta de la electrónica que congregó a unas 1000 personas presenciando a quien un día fuese reconocido como el mejor Dj del mundo.

Pero ya las fuerzas iban desapareciendo y recogimos el chiringuito hasta hoy Sábado 5 de Junio que nos encontraremos con: Albertucho, Los Gerundinos, Draco, Calle 13, Rihanna, Shakira y David Guetta. Mañana a estas horas tendréis toda la información de los chicos de Cara B.

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