La Dirección General de Tráfico incluirá por primera vez a las bicicletas en el Reglamento General de Circulación, que se modificará este mismo año, con el objetivo de que este medio de transporte pase de "alternativo" a "preferente" en las ciudades.
Así, una vez que entre en vigor la reforma, las bicicletas podrán circular por el centro de la calzada -y no por la derecha- en las llamadas "zonas 30": calles en las que la velocidad máxima se fijará en los 30 kilómetros por hora, un límite que se hará visible mediante marcas en el asfalto o con un estrechamiento en el comienzo de esas vías.
Hasta ahora, las bicicletas estaban "marginadas", ya que debían circular obligatoriamente por la derecha, ha señalado el subdirector de Normativa de Tráfico, Ramón Ledesma. La reforma también dejará abierta la posibilidad de que los Ayuntamientos permitan la circulación de las bicicletas en el sentido contrario a la marcha del resto de los vehículos, algo que actualmente está prohibido.
La modificación del Reglamento establecerá además unos mínimos para que los municipios regulen en sus ordenanzas la circulación de las bicicletas por las aceras, de modo que esté permitida si tienen más de tres metros de ancho y siempre que el ciclista no se acerque a menos de un metro de las fachadas de los edificios.
La normativa prohíbe ahora la circulación por las aceras, pero los Ayuntamientos han ido estableciendo ordenanzas municipales que de alguna forma "burlan" el Reglamento porque, según Ledesma, "tienen que cubrir unas necesidades con la bici".
La prohibición genérica desaparecerá también como consecuencia de distintas sentencias en las que el Tribunal Supremo ha dado la razón a los Ayuntamientos, que serán los que regulen en cada municipio la relación entre el ciclista y la acera.
La modificación del Reglamento incluirá asimismo la prohibición de que los conductores de motocicletas y ciclomotores circulen con los llamados cascos "quitamultas", que no cubren la barbilla y son similares a los utilizados en hípica, que no estaban homologados. "No son seguros para el conductor, no sirven para proteger ante una caída", ha dicho Ledesma.