L D (EFE) El cardenal arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares, ha considerado válida y "totalmente" legítima la objeción de conciencia de los padres españoles contrarios a que sus hijos estudien la asignatura de educación para la ciudadanía. Cañizares, que durante la pasada jornada asistió a la consagración como obispo de Cienfuegos del español Domingo Oropesa, ha indicado en una entrevista con Efe que la Conferencia Episcopal apoya a los padres porque se trata de una cuestión de "derechos humanos".
"Los padres acuden a medios que jurídicamente son válidos, algunos han acudido a la objeción de conciencia (...), hay distintos modos de defender lo que son sus derechos fundamentales, inalienables y constitucionales", ha indicado Cañizares, vicepresidente de la Conferencia Episcopal. Asimismo, el arzobispo de Toledo consideró "totalmente" legítima la opción de que los padres se nieguen a que sus hijos cursen la asignatura, de estudio obligatorio para alumnos de entre 10 y 16 años y parte de la Ley Orgánica de Educación (LOE) aprobada en abril de 2006.
Desde la Iglesia, el Partido Popular y algunas asociaciones de padres consideran que esa asignatura "adoctrina" ideológica y moralmente a los jóvenes. "Los padres son los que tienen el derecho, son los que han de defenderse y los padres acudiendo a los medios legítimos consideran que la objeción de conciencia era un medio para cumplir con su deber, los padres tienen un deber que es que sus hijos reciban las formación moral y religiosa que ellos consideren", ha agregado.
A su juicio, ésta, "no es una cuestión de defensa de unos intereses, es cuestión de respeto de unos derechos fundamentales" y consideró que en el caso de educación para la ciudadanía "no tienen en cuenta esos derechos". "No se puede enseñar a ser hombre si la visión del hombre está distorsionada", ha dicho. "Este no es un tema de la Conferencia Episcopal en cuanto a tal, este es un tema de derechos humanos, insisto en esto de derechos humanos".
En opinión de Cañizares, los contrarios a EpC no están "llegando a extremos". "La Iglesia no está yendo contra nadie" y que las relaciones con el Gobierno son "normales", ha remarcado. No obstante, ha considerado que habría que preguntarse por qué el Gobierno sacó unos reales decretos que van "más allá" de la ley orgánica. En opinión del arzobispo, la actual controversia "se salva si (el Gobierno) se atiene estrictamente a lo que dice la LOE en el artículo correspondiente a la educación para la ciudadanía".
Además, ha señalado que "si esto se quiere poner que se ponga como optativo para aquellos que lo deseen" y que una cosa es que la educación sea "laica y otra cosa es laicista, ser laica significa que tiene que respetar los derechos de todos los ciudadanos". Sobre la entrada en vigor del documento de la Santa Sede que autoriza a la Iglesia a dar misa en latín, Cañizares ha sostenido que "la misa en latín se ha podido decir siempre" y que la decisión de El Vaticano "significa sencillamente que se reconoce la validez y la riqueza de ese rito". "No es cuestión de conservador o de progresista, es cuestión de fidelidad a una tradición, a lo que la Iglesia es", ha dicho.