El cardenal y prefecto para la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, monseñor Antonio Cañizares, ha asegurado que la sociedad "no está obligada a cumplir" la ley del aborto porque, a su juicio, "no es moralmente vinculante".
"Las leyes que no protegen la vida o van en contra de ella no son respetables. Cuando una ley civil legitima el aborto o la eutanasia deja de ser una verdadera ley civil moralmente vinculante. No estamos obligados a las leyes que son inicuas", ha afirmado, al tiempo que ha aclarado que esto "no es desobediencia civil, sino sencillamente defensa de la sociedad".
En este sentido, ha apuntado que el aborto es "la más grave" de las injusticias y ha subrayado que al igual que "hoy nos avergonzamos de los tiempos de la esclavitud, no tardará en llegar el día en que nos arrepintamos de esos millones de abortos" que, están apoyados, a su juicio por "leyes antihumanas y antisociales". Así, ha agregado que la sociedad se sentirá "muy avergonzada" por lo que ha calificado como "cultura de muerte legalmente establecida".
Además, Cañizares ha señalado que la lucha contra el aborto debe ser como la que Martin Luther King llevó a cabo contra la esclavitud. "Nosotros cuando éramos estudiantes teníamos al gran líder Luther King a favor de la abolición de la esclavitud de los negros en Norte América, todos le admirábamos y todos nos uníamos, ¿por qué hoy no nos unimos a los que están gritando por la vida, por qué nos quedamos pasivos?", se ha preguntado.
Además, ha criticado la "renuncia" del Estado a la "protección fundamental" para convertirse, a su parecer, "en el instrumento de un presunto interés". "En lugar de intervenir para defender al inocente en peligro, autoriza y además contribuye a una sentencia de muerte. Ha sido derrotado el derecho. Un pueblo que mata a sus propios hijos es un pueblo sin futuro", ha advertido.
En este sentido, ha recordado "con repugnancia" los aplausos que se dieron el día en que se aprobó la nueva Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de Interrupción Voluntaria del Embarazo, y se ha preguntado "cómo se puede aplaudir una ley para matar".
Por otro lado, Cañizares ha anunciado que se está preparando una vigilia en todo el mundo con el objetivo de orar por la vida y en la que se ha pedido la participación del Papa Benedicto XVI, que se celebrará, según ha indicado, antes de final de año. Este rezo mundial es necesario a su juicio, porque "el aborto es un crimen contra la persona y contra el bien común, una hecatombe silenciosa".
La Conferencia Episcopal Española (CEE) ha hecho público este mes un texto, con motivo de la entrada en vigor de la ley el pasado 5 de julio, en el que insiste en que la norma "empeora la vigente" y deja "sin protección alguna" a la vida humana. "Es necesario recordar que se trata de una ley objetivamente incompatible con la recta conciencia moral -en particular, la católica-", dice el Episcopado.