L D (EFE) Las muertes a causa de la neumonía atípica en Toronto ascienden a 29 tras fallecer en las últimas horas otras dos personas, mientras crece la polémica sobre el número real de infectados en Canadá. El doctor Colin D'Cunha, jefe médico de Ontario, anunció el miércoles que dos pacientes de avanzada edad habían fallecido en la noche del martes, lo que coloca el número de víctimas mortales de la epidemia desde el pasado 5 de marzo en 29. La cifra puede aumentar en las próximas horas, dado que de los doce casos activos del Síndrome Respiratorio Agudo y Grave (SRAG) que están siendo tratados en hospitales de la ciudad, seis se encuentran en situación crítica.
Además, al menos 6.400 personas están en cuarentena en la provincia de Ontario por temor a que hayan estado expuestos al virus de la neumonía. En las últimas horas, las autoridades de Ontario se han visto obligadas a solicitar a 1.700 estudiantes y trabajadores de un colegio del norte de Toronto que se aislen en sus domicilios tras descubrirse que un alumno del centro había desarrollado la enfermedad.
El aumento de fallecidos y afectados por el virus de la neumonía asiática ha elevado las críticas sobre la forma en que las autoridades han enfrentado el brote infeccioso. El doctor Paul Gully, portavoz del Ministerio de Sanidad, informó el miércoles de que su departamento se ha puesto en contacto con la Organización Mundial de la Salud (OMS) para analizar la necesidad de modificar la forma en que se catalogan los casos de SRAG.
Más afectados que los admitidos
El Ministerio de Sanidad canadiense diferencia entre casos sospechosos y probables -siendo estos últimos los que han desarrollado claramente la enfermedad- según los síntomas que presentan los enfermos. Pero la clasificación de las autoridades canadienses excluye de los casos probables a enfermos que en el resto del mundo, siguiendo las guías de la OMS, estarían considerados como casos activos de neumonía asiática. El doctor Gully reconoció que si se aplicasen los criterios de la OMS a los casos canadienses, las cifras de enfermos serían mayores que las reflejadas en las estadísticas oficiales.
La doctora Barbara Yaffe, una de las responsables de los servicios médicos de Toronto, ha indicado que a principios o mediados de abril la ciudad dejó de utilizar los estándares de la OMS para clasificar sus casos de neumonía asiática según los criterios emitidos por Ottawa. Yaffe dijo que no podía señalar exactamente por qué se adoptó esa medida, pero la decisión se produjo cuando la OMS estaba valorando desaconsejar viajar a Toronto -lo que se produjo el 23 de abril- y cuando las autoridades canadienses estaban empeñadas en mejorar la imagen internacional de la ciudad.
También, entre el 19 y el 22 de abril, un paciente del Hospital General North York desarrolló síntomas de SRAG pero no fue diagnosticado con la neumonía, lo que generó el actual brote que afecta a Toronto y que ha provocado once casos probables y 23 sospechosos.
Además, al menos 6.400 personas están en cuarentena en la provincia de Ontario por temor a que hayan estado expuestos al virus de la neumonía. En las últimas horas, las autoridades de Ontario se han visto obligadas a solicitar a 1.700 estudiantes y trabajadores de un colegio del norte de Toronto que se aislen en sus domicilios tras descubrirse que un alumno del centro había desarrollado la enfermedad.
El aumento de fallecidos y afectados por el virus de la neumonía asiática ha elevado las críticas sobre la forma en que las autoridades han enfrentado el brote infeccioso. El doctor Paul Gully, portavoz del Ministerio de Sanidad, informó el miércoles de que su departamento se ha puesto en contacto con la Organización Mundial de la Salud (OMS) para analizar la necesidad de modificar la forma en que se catalogan los casos de SRAG.
Más afectados que los admitidos
El Ministerio de Sanidad canadiense diferencia entre casos sospechosos y probables -siendo estos últimos los que han desarrollado claramente la enfermedad- según los síntomas que presentan los enfermos. Pero la clasificación de las autoridades canadienses excluye de los casos probables a enfermos que en el resto del mundo, siguiendo las guías de la OMS, estarían considerados como casos activos de neumonía asiática. El doctor Gully reconoció que si se aplicasen los criterios de la OMS a los casos canadienses, las cifras de enfermos serían mayores que las reflejadas en las estadísticas oficiales.
La doctora Barbara Yaffe, una de las responsables de los servicios médicos de Toronto, ha indicado que a principios o mediados de abril la ciudad dejó de utilizar los estándares de la OMS para clasificar sus casos de neumonía asiática según los criterios emitidos por Ottawa. Yaffe dijo que no podía señalar exactamente por qué se adoptó esa medida, pero la decisión se produjo cuando la OMS estaba valorando desaconsejar viajar a Toronto -lo que se produjo el 23 de abril- y cuando las autoridades canadienses estaban empeñadas en mejorar la imagen internacional de la ciudad.
También, entre el 19 y el 22 de abril, un paciente del Hospital General North York desarrolló síntomas de SRAG pero no fue diagnosticado con la neumonía, lo que generó el actual brote que afecta a Toronto y que ha provocado once casos probables y 23 sospechosos.