L D (Agencias) El informe, realizado a solicitud del Consejo Europeo de Copenhague (diciembre de 2002), afirma que se movilizarán todos los medios financieros y técnicos para ayudar a las víctimas, así como para dotar a los Quince de los instrumentos necesarios para prevenir nuevas catástrofes.
Entre las posibles formas de financiación tanto para ayudar a las víctimas como para recuperar la costa de los daños sufridos, De Palacio explicó en una rueda de prensa que se puede acudir a los programas Interreg. Estos programas financian proyectos que afectan a varios Estados miembros, explicó la también vicepresidenta de la Comisión Europea, que recordó que en el caso del hundimiento del Prestige hay otros países afectados además de España, aunque sea en menor medida.
Los Interreg permitirían destinar un máximo de 23 millones de euros para financiar los costes de taponar las grietas del petrolero hundido o de recuperar el crudo que aún queda en su interior. De Palacio también señaló el Fondo de Solidaridad de la UE, creado el año pasado para ayudar de forma inmediata a la población y los territorios afectados por catástrofes naturales, y en los que se podrían incluir los daños por el vertido de crudo si se amplia su cobertura. Al respecto, mostró su apoyo a la propuesta inicial de la Comisión, que además de las catástrofes naturales incluía las medioambientales, lo que permitiría beneficiarse a las víctimas del Prestige.
Igualmente indicó que se podría rebajar el nivel de mínimos establecido para poder acogerse a este fondo, cuyas normas establecen que podrán solicitar ayuda los países con daños sufridos por catástrofes naturales superiores a 3.000 millones de euros o un 0,6 por ciento de su Producto Interior Bruto (PIB).
El dinero con que cuenta el fondo -1.000 millones de euros para 2003- también puede destinarse a asistir a las regiones que hayan sufrido desastres naturales localizados que afecten a la mayor parte de la población de esa zona y, en ese caso, el área dañada sólo podrá recibir un 7,5 por ciento de la dotación de este mecanismo. De los 1.000 millones aún hay disponibles 272 millones para catástrofes regionales, como la del Prestige que, aunque no es de "origen natural", sus consecuencias sí lo son.
La propuesta de reforma del Fondo de Solidaridad, finalmente incluida en el informe aprobado este miércoles, ha causado fricciones entre los partidarios del cambio, como De Palacio o el comisario de Economía, Pedro Solbes, y los responsables de Presupuestos, Michaele Schreyer, y de fondos estructurales, Michel Barnier, partidarios de no introducir modificaciones.
Si no se aprueba una reforma del Fondo de Solidaridad, hay otra opción, que es la creación de un instrumento específico que se financie con contribuciones europeas para paliar los efectos de contaminación o desgastes medioambientales, explicó la comisaria.
El informe aprobado por la Comisión señala que las autoridades nacionales pueden recurrir a la cofinanciación de los fondos estructurales europeos Feder, dentro de las cantidades autorizadas para el periodo 2000-2006 en lo referente a las medidas de limpieza de la marea negra. De igual forma se puede prever recurrir a una reprogramación de los Fondos de cohesión si se solicita a la Comisión.
El montante destinado a España en la partida del fondo de cohesión para el periodo 2000-2006 que aún no ha sido comprometido se eleva a unos 6.200 millones de euros. El petrolero Prestige naufragó el 13 de noviembre con 77.000 toneladas de fuel pesado frente a la costas gallegas (noroeste de España) y una semana más tarde se hundió. En total se estima que el barco ha dejado escapar unas 40.000 toneladas y las labores para neutralizar los restos que aún hay en el navío podrían costar entre 150 y 200 millones de euros.
Entre las posibles formas de financiación tanto para ayudar a las víctimas como para recuperar la costa de los daños sufridos, De Palacio explicó en una rueda de prensa que se puede acudir a los programas Interreg. Estos programas financian proyectos que afectan a varios Estados miembros, explicó la también vicepresidenta de la Comisión Europea, que recordó que en el caso del hundimiento del Prestige hay otros países afectados además de España, aunque sea en menor medida.
Los Interreg permitirían destinar un máximo de 23 millones de euros para financiar los costes de taponar las grietas del petrolero hundido o de recuperar el crudo que aún queda en su interior. De Palacio también señaló el Fondo de Solidaridad de la UE, creado el año pasado para ayudar de forma inmediata a la población y los territorios afectados por catástrofes naturales, y en los que se podrían incluir los daños por el vertido de crudo si se amplia su cobertura. Al respecto, mostró su apoyo a la propuesta inicial de la Comisión, que además de las catástrofes naturales incluía las medioambientales, lo que permitiría beneficiarse a las víctimas del Prestige.
Igualmente indicó que se podría rebajar el nivel de mínimos establecido para poder acogerse a este fondo, cuyas normas establecen que podrán solicitar ayuda los países con daños sufridos por catástrofes naturales superiores a 3.000 millones de euros o un 0,6 por ciento de su Producto Interior Bruto (PIB).
El dinero con que cuenta el fondo -1.000 millones de euros para 2003- también puede destinarse a asistir a las regiones que hayan sufrido desastres naturales localizados que afecten a la mayor parte de la población de esa zona y, en ese caso, el área dañada sólo podrá recibir un 7,5 por ciento de la dotación de este mecanismo. De los 1.000 millones aún hay disponibles 272 millones para catástrofes regionales, como la del Prestige que, aunque no es de "origen natural", sus consecuencias sí lo son.
La propuesta de reforma del Fondo de Solidaridad, finalmente incluida en el informe aprobado este miércoles, ha causado fricciones entre los partidarios del cambio, como De Palacio o el comisario de Economía, Pedro Solbes, y los responsables de Presupuestos, Michaele Schreyer, y de fondos estructurales, Michel Barnier, partidarios de no introducir modificaciones.
Si no se aprueba una reforma del Fondo de Solidaridad, hay otra opción, que es la creación de un instrumento específico que se financie con contribuciones europeas para paliar los efectos de contaminación o desgastes medioambientales, explicó la comisaria.
El informe aprobado por la Comisión señala que las autoridades nacionales pueden recurrir a la cofinanciación de los fondos estructurales europeos Feder, dentro de las cantidades autorizadas para el periodo 2000-2006 en lo referente a las medidas de limpieza de la marea negra. De igual forma se puede prever recurrir a una reprogramación de los Fondos de cohesión si se solicita a la Comisión.
El montante destinado a España en la partida del fondo de cohesión para el periodo 2000-2006 que aún no ha sido comprometido se eleva a unos 6.200 millones de euros. El petrolero Prestige naufragó el 13 de noviembre con 77.000 toneladas de fuel pesado frente a la costas gallegas (noroeste de España) y una semana más tarde se hundió. En total se estima que el barco ha dejado escapar unas 40.000 toneladas y las labores para neutralizar los restos que aún hay en el navío podrían costar entre 150 y 200 millones de euros.