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Un grupo de mujeres indias regala bragas rosas a un grupo integrista

Un grupo de activistas indias han decidido enfrentarse a los integristas regalando ropa interior femenina rosa a un grupo radical que asaltó un bar de copas y agredió brutalmente a las mujeres por comportamiento "impúdico". El "Ejército" del dios hindú ha recibido ya 3.000 braguitas.

L D (EFE) No es el San Valentín más romántico que se ha celebrado en la India, pero muchas mujeres han aprovechado el día de los enamorados para plantar cara a las agresiones a mujeres y "regalar" miles de braguitas rosas a un grupo integrista hindú que había golpeado a un grupo de chicas por comportamiento "obsceno".

La campaña se inició hace una semana a través de internet al calor del asalto a finales de enero de una veintena de activistas del grupo religioso Sri Ram Sena ("Ejército del Señor Ram") a un bar de copas de la ciudad sureña de Mangalore.

Los integristas alegaron que las chicas hacían gala de un comportamiento impúdico y la emprendieron a puñetazos y tirones de pelo con ellas. El ataque levantó una gran polvareda en la India: una destacada ministra alertó sobre la "talibanización" de los hinduistas y las televisiones se llenaron de contertulios que condenaron el asalto.

Pero ninguna reacción ha tenido tanto eco como la aparición espontánea de un "Consorcio de Mujeres Marchosas, Sueltas y Atrevidas" que, a través de internet, armó una descarada "Campaña de las Bragas Rosas" dirigida al Ram Sena.

"Se piensan que son la 'policía moral' de la India", lamentó una de las organizadoras, Divya R. La activista explicó a Efe por teléfono que el envío "masivo" de braguitas ha sido posible gracias al boca a oreja y a herramientas como la red social de "Facebook".

El "Ejército" del dios hindú Ram ha recibido así al menos 3.000 prendas interiores femeninas que, a tenor del llamamiento -"busca en tu armario o cómpralas sucias y baratas"- no deben de ser de alta costura. "Escogimos el rosa porque queríamos resultar amistosos", ironizó otro de los promotores, Samir Gandhi.

"No queremos insultar. Sólo queremos demostrarles que la juventud india no permitirá a nadie que se erija como guardián de la moral pública", zanjó Gandhi, quien cifró por su lado en más de 5.000 las braguitas.

Ante la polémica generada entre "el Ejército del Amor y el Ejército de Sena", tal y como la han bautizado algunos medios indios, las autoridades han detenido de forma preventiva entre el viernes y el sábado a unos 600 integristas hindúes.

En Bangalore, capital del estado sureño de Karnataka, donde tiene su sede el Ram Sena, unos 18.000 agentes, la mayoría vestidos de paisano, vigilaron que no se registrara ningún incidente en los grandes centros comerciales y los locales de ocio.

Sin embargo, los medios informaron de algunos ataques aislados, como uno contra dos hermanos que fueron confundidos por una pareja. Cada año por San Valentín la fragmentada extrema derecha hindú organiza campañas para boicotear el día de los enamorados.

Cientos de organizaciones religiosas, sociales y políticas actúan como satélites derechistas del principal partido de la oposición, el conservador Bharatiya Janata Party (BJP), muchas agrupadas en el movimiento Rashtriya Swayamsevak Sangh (RSS), creado como un grupo de voluntariado de masas que propugna el concepto de "hindutva" o "hinduidad", que tiene sus raíces intelectuales en el nacionalismo cultural hindú.

Uno de los agentes más potentes de este tejido es el partido hinduista Shiv Sena ("Ejército de Shiva"), que gobierna en la ciudad financiera de Bombay.

"Nuestras opiniones son conocidas por todo el mundo. San Valentín significa la 'occidentalización' de la India. Nuestra cultura está basada en el amor, no necesitamos un día así", expuso el portavoz de las juventudes del Shiv Sena, Abhijit Pansi.

"En Occidente necesitan un día del Padre o de la Madre para que las familias se reúnan. En la India no, porque ya vivimos todos juntos", opinó. A pesar de formar parte de una gran cesta, muchos de estos grupos actúan de forma independiente: algunos han protagonizado disturbios con otras minorías religiosas y otros se arrogan la potestad de "vigilar" el comportamiento público de las parejas en días como hoy.

La organización hinduista Bajrang Dal se puso manos a la obra y decidió obligar a casarse a todas las parejas que estuvieran celebrando la festividad de forma efusiva.

Según la agencia IANS, miembros de este grupo forzaron a una pareja del estado sureño de Andrha Pradesh a contraer matrimonio ante un sacerdote hindú. Pero, gracias a los "guardianes de la moral", este sábado es un San Valentín feliz para Kriti y Vijay, porque sus padres se oponían a su boda y estaban empeñados en un matrimonio concertado para ambos.

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