Bono resta importancia a la prohibición de crucifijos por ser "concreta y puntual"

L D (Agencias) El presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, consideró que la resolución judicial que impone la retirada de crucifijos en el colegio público Macías Picavea de Valladolid es "concreta y puntual", ya que, dijo, "la sociedad española es suficientemente permisiva" y está "alejada de cualquier planteamiento fanático".

 

Bono se refería así a la sentencia del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 de Valladolid, que ha dictado una sentencia en la que obliga al colegio público Macías Picavea a retirar los símbolos religiosos de las aulas y espacios comunes, por entender que vulnera los derechos fundamentales reconocidos en los artículos 14 y 16.1 de la Constitución que hacen referencia a la igualdad y la libertad de conciencia, una decisión defendida también por el fiscal.

 

"Hay que admitir que en España cabemos en términos de cordialidad quienes tenemos fe y quienes no la tienen, quienes rezan a Cristo, quienes rezan a Alá y quienes no rezan a nadie", afirmó Bono desde Lisboa, en donde está de visita oficial con el resto de integrantes de la mesa de la Cámara Baja.

 

El presidente del Congreso se mostró convencido de que "es perfectamente compatible un modo de votar con un modo de creer" porque los españoles tienen "suficiente experiencia democrática y  suficiente sentido común como para no darnos golpes a costa de la religión". "La cabeza tenemos que usarla para entendernos y no para topar, pero topar también sabemos", concluyó Bono, que antes de su intervención matizó que no había leído la sentencia completa.

 

José Bono reiteró este lunes en Lisboa sus disculpas a quienes se hayan sentido ofendidos por la propuesta respaldada por la Mesa del Congreso de colocar una placa en la Cámara Baja en memoria de la monja Sor Maravillas. Tras reunirse en el Palacio de Belen con el presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva, y el primer ministro, José Sócrates, Bono aseguró que "nunca se planteó hacer un homenaje a Sor Maravillas". Según el político socialista, era "un reconocimiento personal" y, añadió, "debe haber consenso". "Si colocar una placa en un edificio va a suponer molestar o incomodar, ya dije que no tenía dificultad, que no se quería hacer daño a nadie", explicó Bono.

 

El presidente del Congreso matizó que el objetivo de la placa no "tenía ningún objetivo de religiosidad", sino que respondía a "la mera notoriedad de una mujer que había nacido allí (en el Congreso)". "En este caso era una monja, pero podía haber sido una artista de cine", concluyó.