L D (EFE) El Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), el teniente general Félix Sanz Roldán, recordó, en declaraciones a la agencia EFE, que "las cuestiones de inmigración no son cuestiones de las Fuerzas Armadas" y añadió que "nunca será misión de la Armada el luchar contra el tráfico ilegal de personas, sino que apoyará, si el Gobierno lo decide, a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad".
De este modo, señaló, la Armada "seguirá participando de manera automática en misiones de apoyo a las FSE en lo que respecta al tráfico de drogas y al tráfico de armas, pero cuando ese apoyo se haya de producir para el tráfico ilegal de personas se estudiarán los condicionantes de la misión caso a caso".
La orden de no interceptar barcos con inmigrantes sin autorización expresa partió del ministro de Defensa, José Bono, tal y como informó este domingo el diario El Mundo, y fue transmitida por el JEMAD a la Armada "en primer lugar de manera verbal por razón de urgencia" y después de manera escrita. Esa urgencia viene motivada por la interceptación en Sierra Leona de un barco atestado de inmigrantes ilegales que pretendía llegar a las costas de Canarias. Después se supo que las intenciones de la tripulación eran hundirlo antes de llegar y forzar un salvamento casi imposible. Con la nueva medida, los barcos de las mafias llegarán, en principio, hasta nuestras costas cargados de inmigrantes.
El objetivo de la medida, según el teniente general, "es que quede absolutamente claro que son las FSE a las que les corresponde actuar en este tipo de situaciones, que la Armada siempre actuará en su apoyo y que, además, el Gobierno tiene la intención de estudiar caso a caso y con amplitud la participación de la Armada en estas cuestiones". Añade el JEMAD que "a lo mejor, después de estudiar todos los condicionantes podría llegarse a que un buque de la Armada tuviera que hacer algo por sí mismo, pero eso será si el Gobierno de la Nación así lo decide después de estudiar las circunstancias de cada misión".
La Armada, no obstante, seguirá actuando "con respeto al Derecho del mar y el auxilio debido a buques en riesgo, náufragos, etc", señaló Sanz, quien agregó que "eso lo tienen que hacer todas las embarcaciones". Así, el JEMAD indicó que "si un barco español detecta a otro buque en peligro u observa que existen restos de un naufragio y náufragos, entonces tiene el deber, por el propio Derecho del mar, de participar y de ayudar a la embarcación o a las personas en peligro". Por tanto –y esto es lo que cuestiona la medida de Bono– "el deber de auxilio no tiene nada que ver con el derecho de interceptación. El deber de auxilio existe y existirá siempre, y un buque mercante o de la Armada no tendrá que pedir autorización de nadie para auxiliar a otro en riesgo", concluyó.
De este modo, señaló, la Armada "seguirá participando de manera automática en misiones de apoyo a las FSE en lo que respecta al tráfico de drogas y al tráfico de armas, pero cuando ese apoyo se haya de producir para el tráfico ilegal de personas se estudiarán los condicionantes de la misión caso a caso".
La orden de no interceptar barcos con inmigrantes sin autorización expresa partió del ministro de Defensa, José Bono, tal y como informó este domingo el diario El Mundo, y fue transmitida por el JEMAD a la Armada "en primer lugar de manera verbal por razón de urgencia" y después de manera escrita. Esa urgencia viene motivada por la interceptación en Sierra Leona de un barco atestado de inmigrantes ilegales que pretendía llegar a las costas de Canarias. Después se supo que las intenciones de la tripulación eran hundirlo antes de llegar y forzar un salvamento casi imposible. Con la nueva medida, los barcos de las mafias llegarán, en principio, hasta nuestras costas cargados de inmigrantes.
El objetivo de la medida, según el teniente general, "es que quede absolutamente claro que son las FSE a las que les corresponde actuar en este tipo de situaciones, que la Armada siempre actuará en su apoyo y que, además, el Gobierno tiene la intención de estudiar caso a caso y con amplitud la participación de la Armada en estas cuestiones". Añade el JEMAD que "a lo mejor, después de estudiar todos los condicionantes podría llegarse a que un buque de la Armada tuviera que hacer algo por sí mismo, pero eso será si el Gobierno de la Nación así lo decide después de estudiar las circunstancias de cada misión".
La Armada, no obstante, seguirá actuando "con respeto al Derecho del mar y el auxilio debido a buques en riesgo, náufragos, etc", señaló Sanz, quien agregó que "eso lo tienen que hacer todas las embarcaciones". Así, el JEMAD indicó que "si un barco español detecta a otro buque en peligro u observa que existen restos de un naufragio y náufragos, entonces tiene el deber, por el propio Derecho del mar, de participar y de ayudar a la embarcación o a las personas en peligro". Por tanto –y esto es lo que cuestiona la medida de Bono– "el deber de auxilio no tiene nada que ver con el derecho de interceptación. El deber de auxilio existe y existirá siempre, y un buque mercante o de la Armada no tendrá que pedir autorización de nadie para auxiliar a otro en riesgo", concluyó.