Benedicto XVI recuerda que no se puede "prescindir de Dios" porque es "el garante de la libertad"

(Libertad Digital) El Airbus A321 de la compañía Alitalia que traslada a Su Santidad el Papa Benedicto XVI ha aterrizado a las 11.22 horas en el Aeropuerto de Manises (Valencia) bajo una gran expectación. Benedicto XVI inicia su primera visita a España, en la que clausurará en la capital valenciana el V Encuentro Mundial de las Familias. El Pontífice, cuyo avión despegó del aeropuerto romano Leonardo da Vinci-Fiumicino en torno a las 09.30 horas ha sido recibido a su llegada por Sus Majestades los Reyes, Don Juan Carlos y Doña Sofía, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el resto de autoridades. Los Reyes de España han recibido al Santo Padre a los pies del avión. Después de recorrer la alforbra roja, se han escuchado los himnos del Vaticano y de España, respectivamente.

El rey don Juan Carlos ha realizado un cariñoso discurso de bienvenida al Pontífice. Sus primeras palabras han sido para las 42 víctimas del trágico accidente de metro que esta semana ha sacudido a la ciudad de Valencia. Ha señalado don Juan Carlos que su presencia es un "gran consuelo para estas familias". Asimismo ha agredecido al Santo Padre su estancia en España. El Rey también ha tenido unas palabras de recuerdo para Juan Pablo II, "a quien quiero rendir un sentido homenaje", como un inagotable "luchador de las causas mas nobles", un gran "amigo de España", ha dicho don Juan Carlos, que ha concluido deseándole una "feliz" estancia en la ciudad.

El Papa ha destacado el carácter "insustituible" que tiene para la Iglesia "la familia fundada en el matrimonio" en su discurso de llegada a Valencia, al que está previsto que asistan cientos de miles de peregrinos. En la alocución pronunciada en español en el aeropuerto de Manises como respuesta al discurso previo del Rey, Benedicto XVI expresó su deseo de transmitir "el papel central para la Iglesia y la sociedad" de la institución de la familia y afirmó que la Iglesia "no puede dejar de anunciar y promover" su "valor fundamental". En estas primeras palabras en Valencia, el Papa también se refirió a la tragedia de los 42 muertos por el descarrilamiento de un Convoy de metro en la ciudad, al citar "el dolor" de "las familias que lloran por sus seres queridos".

El Pontífice recordó que el "motivo de esta esperada visita" es participar en la clausura del Encuentro de las Familias, con el lema "La transmisión de la fe en la familia". Recordó que su "venerado predecesor y gran amigo de España, el querido Juan Pablo II, convocó este Encuentro" y que, "movido por la misma solicitud pastoral", lo clausurará "con la celebración de la Santa Misa en la Ciudad de las Artes y las Ciencias".

El Papa comenzó la primera de las seis intervenciones públicas previstas en España manifestando su "gran emoción" por llegar "a Valencia, a la noble y siempre querida España, que tan gratos recuerdos" le ha dejado cada vez que ha estado en el país anteriormente "para participar en congresos y reuniones". Agradeció la bienvenida dada por Don Juan Carlos en nombre del pueblo español y expresó también su "deferente reconocimiento" a Rodríguez Zapatero y a las demás autoridades nacionales, autonómicas y locales, a las que expresó su "gratitud por la colaboración prestada para la mejor realización" de este encuentro internacional. También citó al arzobispo de Valencia, Agustín García Gasco, y a la Archidiócesis levantina que le "ofrece una calurosa acogida", antes de añadir "que estos días acompaña en el dolor a las familias que lloran por sus seres queridos, víctimas de un trágico episodio", y de las que, dijo, la Iglesia "se siente cercana también a los heridos".

El viaje a Valencia es el tercero desde que Joseph Ratzinger fue elegido sucesor de Juan Pablo II el 20 de abril de 2005, tras acudir en agosto del pasado año a Colonia (Alemania) por la Jornada Mundial de la Juventud, y entre el 25 y 28 de mayo de 2006 a Polonia para conocer los lugares donde vivió Juan Pablo II, así como los campos de concentración de Auschwitz y Birkenau. El EMF fue convocado por el fallecido Juan Pablo II tras el celebrado en 2003 en Manila, y ambos están precedidos por los de Roma en 1994, Río de Janeiro en 1997 y nuevamente en Roma en 2000.

Benedicto XVI realiza una oración por las 42 víctimas del accidente de metro

En presencia de los Príncipe de Asturias y de los familiares de las víctimas del trágico accidente del metro de la ciudad de Valencia, así como distintas autoridades municipales, el Papa ha pronunciado una oración en la estación de metro. Benedicto XVI ha querido que su primera parada en la ciudad sea para recordar a los fallecidos en el suceso que asoló esta semana a la ciudad. Asimismo ha realizado una ofrenda floral.

Mensaje a los Obispos

Después se ha dirigido a la Catedral donde ha visitado la capilla del Santo Cáliz. Benedicto XVI ha dedicado un mensaje a los Obispos españoles para después dirigirse a pie a la Basílica de la Virgen de los Desamparados, lugar donde ha rezado un Padrenuestro por la memoria de las 42 víctimas. En la Plaza de la Virgen, el Pontífice ha rezado la oración mariana del Ángelus, y a continuación se ha dirigido al Palacio Arzobispal, donde residirá durante su estancia en Valencia. La alcaldesa, Rita Barberá, le ha entregado a su llegada al templo, la llave de la ciudad, una réplica exacta de la llave de la muralla cristina de la capital que se encuentra en el Museo de la Ciudad. Tras ello, la primera edil, que entregaba por primera vez la llave de Valencia a una autoridad relevante, presentó al Papa a los concejales en el exterior del templo.

Durante su discurso en el interior de la capilla del Santo Cáliz, Benedicto XVI ha animado a los Obispos a impulsar la acción pastoral "en un tiempo de rápida secularización", que "a veces afecta incluso a la vida interna de las comunidades cristianas", y les ha pedido que sigan proclamando "sin desánimo" que "prescindir de Dios, actuar como si no existiera o relegar la fe al ámbito meramente privado, socava la verdad del hombre e hipoteca el futuro de la cultura y de la sociedad". Por el contrario, destaca en el mensaje, entregado al presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez, que "dirigir la mirada al Dios vivo, garante de nuestra libertad y de la verdad, es una premisa para llegar a una humanidad nueva", ya que recalca que el mundo "necesita hoy de modo particular que se anuncie y se dé testimonio de Dios que es amor y, por tanto, la única luz que, en el fondo, ilumina la oscuridad del mundo y nos da la fuerza para vivir y actuar".

Benedicto XVI ha subrayado que se ha creado ya un "ambiente de familia" entre colaboradores y participantes que supone "un aspecto prometedor" y una "invitación a recibir los frutos para proseguir una incesante e incisiva pastoral familiar" en las diócesis "que haga entrar en cada hogar el mensaje evangélico, que fortalece y da nuevas dimensiones al amor, ayudando así a superar las dificultades que encuentra en su camino". El Papa, que traslada a los Obispos que sigue "de cerca y como mucho interés los acontecimientos de la Iglesia en España", país del que destaca su "profunda raigambre cristiana" y del que dice que está llamado a "aportar un testimonio de la fe y su difusión en otras muchas partes del mundo", les pide que mantengan "vivo y vigoroso este espíritu" que, según señala, "ha acompañado la vida de los españoles en su historia para que siga nutriendo y dando vitalidad al alma de vuestro pueblo".