Paz a los hombres de buena voluntad; y, por qué no, también incluso para los políticos, que estamos en Navidad.
Pleno acierto: "no necesita consejeros provenientes de los sabios del mundo". Sabias palabras que, nuestros "dirigentes" nacionales y mundiales ignoran, proponiéndose muchos de ellos mismos como Dioses salvadores de no se sabe qué. Si -aunque sin fé ni participar de confesión religiosa alguna- fuésemos capaces de aplicar en el mundo el Programa del Niño Dios, otro gallo, como Humanidad, nos cantaría. ¡¡Eso sí que es un Programa Social de verdad!!
El mensaje del Papa no será creible mientras no se acompañe de un verdadero movimiento evangelizador del mundo islámico que saque a esa gente de su paganismo, su fe en un dios sediento de sangre y en su falso profeta ávido de riquezas. Muchas veces hablan de la evangelización de China, pero jamás de los países musulmanes.
El problema de los misioneros cristianos en los países musulmanes, es que les asesinan o expulsan de esos países, y a los musulmanes que se convierten, también les matan.
Y nadie dice nada, ni se envían tropas de la OTAN, Naciones Unidas ni a la Benemérita.
Mahoma, el muy cuco, blindó su religión con pena de muerte para los que abandonen el Islam. Como cualquier otra secta.
El día que Occidente se de cuenta de que hay que tratar a los países integristas Islámicos con la misma seriedad con que se combatió a la Alemania Nazi, el mundo empezará a ser más justo, y los musulmanes podrán conocer a Cristo en libertad.